Nadal desata la locura en Pekín

Rita Álvarez Tudela

DEPORTES

Cientos de aficionados siguen cada entrenamiento del español, auténtica estrella mediática del torneo

08 oct 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Rafael Nadal es el tenista más buscado del abierto de China, que se disputa esta semana en Pekín, emulando el éxito que ya tuvieron en el país otros iconos mediáticos, como el futbolista David Beckham, pero desatando la locura entre los seguidores chinos. Si el futbolista británico vendió camisetas como churros durante su etapa en el equipo blanco y provocaba más de un cambio de corte de pelo en los seguidores en el gigante chino, con el tenista mallorquín las cosas se han triplicado.

Solo un simple peloteo en el entrenamiento llena de gritos y locura colectiva el recinto del Centro Nacional de Tenis de la capital china, el mismo en el que Rafa Nadal se colgó el verano del año pasado el oro olímpico. Banderas españolas, mensajes desplegables, pelotas gigantes, gorras, llaveros o la propia ropa que se usa en ese momento: todo vale para conseguir la ansiada firma del mallorquín, la estrella más deseada del torneo.

Entre la marea que presenciaba un entrenamiento de Nadal se encontraba Chen Tang, una joven de 22 años de la ciudad de Taiyuan (en la provincia central de Shanxi), con una gorra con la foto del español, un llavero con numerosas estampas del jugador en diferentes cadenas y fotos de su ídolo de hace varios años en la cartera. «He estado trabajando todo el verano en mi pueblo para ahorrar y poder pagarme el billete y la entrada para venir a Pekín», comenta Chen, que lamenta que no lo pudo ver en los Juegos Olímpicos que se celebraron el año pasado porque era muy caro.

Emocionada por verlo tan solo entrenar, Chen comenta que le encantaría hablar con él en persona y que su sueño es viajar a Mallorca algún día. Al terminar los entrenamientos, el español es de los jugadores que se paran a firmar autógrafos y a hacerse fotografías, pero los guardias de seguridad de la organización deben emplearse a fondo para impedir que las vallas de seguridad cedan ante el empuje popular.

«Tengo grandes recuerdos de Pekín, especialmente por los Juegos, pero también porque jugué aquí en el 2005 [Nadal ganó ese año el abierto de China]», señala agradecido el tenista español, que ayer en su debut contó con el apoyo del público, que coreaba su nombre y el ya de sobra conocido cántico «Vamos, Rafa» portando banderas españolas y mensajes cariñosos.