Dos goles de los delanteros Álvaro Negredo y Frederic Kanouté acabaron con el gafe del Sevilla en Pamplona, donde el conjunto andaluz no había ganado en sus once últimas visitas ligueras, entre Primera y Segunda, ante un Osasuna que apenas ofreció argumentos ofensivos para no quedarse huérfano de triunfos tras tres jornadas.
El encuentro comenzó con equilibrio de fuerzas, pero paulatinamente el Sevilla se erigió en el dueño del juego ante un Osasuna que ni probó a Palop en la primera parte.
Los rojillos lo intentaron con la movilidad de Camuñas y el iraní Masoud Javad arriba, pero no inquietaron a la zaga sevillista y se quedaron en las peticiones de tres posibles penaltis a Juanfran, Pandiani y Masoud.
El conjunto de Manolo Jiménez, sin realizar un juego brillante, llegó con asiduidad al marco local.
El único disparo con intención de Osasuna en la primera mitad fue obra de Masoud, en el tiempo añadido. El equipo de José Antonio Camacho salió con mayor mordiente en la segunda parte y, en un buen primer cuarto de hora, acumuló tres ocasiones para intentar empatar el choque. Pero le faltó lo que demostró el Sevilla, efectividad. Y así, en plena borrachera de ocasiones falladas locales, Kanouté acertó y sentenció.