La crisis del Atlético se agrava al dimitir el vicepresidente económico

La Voz / Agencias

DEPORTES

García Abasolo, tercer máximo accionista, denuncia que se incumplen compromisos económicos y deportivos

15 sep 2009 . Actualizado a las 02:53 h.

La crisis institucional por la que atraviesa el Atlético de Madrid vivió ayer un nuevo capítulo. Tras la manifestación exigiendo la dimisión de los máximos responsables del club, Enrique Cerezo y Jesús Gil Marín, ayer fue el vicepresidente económico y tercer máximo accionista de la entidad el que optó por abandonar su cargo.

Fernando García Abásolo presentó su dimisión por «discrepancias en la gestión del club», según él mismo confirmo a la agencia Efe. El martes de la semana pasada ya había dado a conocer su decisión a la comisión ejecutiva, participando que continuará como accionista y como miembro del consejo de administración.

Ratificó su dimisión en una carta enviada al presidente y al consejero delegado en la que afirma que «no se están cumpliendo los compromisos y objetivos fijados en la propia comisión referentes a temas económicos y deportivos».

«Tampoco se están respetando -continúa la misiva-, en algunos casos muy significativos, las normas de funcionamiento en cuanto a las responsabilidades en el área deportiva, asignadas a la propia comisión y las delegadas al cuerpo técnico».

García Abásolo considera que hay «un problema de comunicación en el club, que, en muchos momentos, da dos mensajes distintos y contradictorios entre sí, que solo contribuyen a desorientar y desilusionar a los aficionados».

Reconoce que la situación deportiva «es la mejor desde el ascenso» y, por ello, considera paradójico que se esté viviendo en el seno del club «un descontento social de gran intensidad». En cuanto a la labor de la alta dirección, manifiesta: «Espero, por el bien de la entidad, que no nos de olvidemos que la configuran no solo los propietarios legales, entre los que me encuentro como tercer accionista, sino todos los colectivos (abonados, peñistas, veteranos, aficionados, senadores, etcétera)».

Lo anterior lleva a García Abásolo en su comunicado de dimisión a pedir «una reflexión y una autocrítica que aborde y solucione definitivamente los problemas de gestión existentes para conseguir devolver finalmente al club al lugar que le corresponde por la presencia de su marca, su historia y su afición».

El documento termina con la disposición a colaborar «si, de verdad, se aborda este proceso». Al tiempo, el tercer accionista afirmó a Efe que a partir de ahora hará «una labor de control y de oposición constructiva que contribuya a dar las soluciones que esta entidad necesita».

La afición, contra la directiva

Así, el partido que hoy disputará el Atlético de Madrid en casa se ve como un nuevo plebiscito acerca de la situación de la directiva. La afición acusa a Miguel Ángel Gil Marín y a Enrique Cerezo de, entre otras cosas, haberse quedado con el club de forma delictiva, de 14 años sin títulos, de un descenso a Segunda, de la venta del Calderón, del traspaso de Heitinga cuando ya no había plazo para lograr un recambio y de no reforzar el equipo.

La división entre la parroquia colchonera quedó patente con peleas en la grada durante el partido del pasado sábado ante el Racing de Santander.

El director deportivo, Jesús García Pitarch, también está en el disparadero. Gil Marín llegó incluso a ofrecer su cabeza a cambio de que los ultras no arremetieran contra el palco. Los atléticos le reprochan haber viajado por medio mundo sin encontrar ningún fichaje bueno, bonito y barato.