La crono de Valencia, primer examen

DEPORTES

Bozic ganó la etapa de ayer, y Mosquera, que sufrió por el calor, cedió 9 segundos con Basso, Sánchez y Valverde

05 sep 2009 . Actualizado a las 18:22 h.

La primera plaga fueron las caídas. La segunda, el calor. Játiva recibió a los corredores de la Vuelta a España con sol ardiente. Altas temperaturas para cocer las heridas de la caída de Lieja. Y en esta transición del frío al sofoco, en la víspera de la crono de Valencia, el esloveno Borut Bozic, del Vacansoleil, sacó el látigo en la curva previa a meta y dejó compuestos y sin triunfo a los velocistas con pedigrí. En la llegada, la serpiente del pelotón se estranguló, estirada por el tirón de cabeza y por el termómetro. Ezequiel Mosquera cedió nueve segundos con respecto a Ivan Basso, Alejandro Valverde y Samuel Sánchez. «Para el día que tuve, eso no es nada, porque iba reventado», confiesa el gallego. Sabe que la general se recolocará hoy en el primer examen de la carrera, los 30 kilómetros de lucha contra el reloj en territorio absolutamente llano.

Esta vez no fue el tobillo. Fue el calor y toda la cosecha de golpes de Bélgica. «Lo he pasado muy mal por el calor, me ha afectado. He sufrido muchísimo. Con estos calores yo me asfixio», comenta Mosquera. El día anterior otros corredores, como David García, también habían llegado a meta con dolor de cabeza y náuseas. Al llegar al hotel el teense solo pensaba en descansar para la crono.

«No fue el mejor día de Ezequiel. Tiene el cuerpo bastante machacado. Se le juntó todo. El calor, el topetazo de la caída del otro día, los continuos repechos de la etapa... Acabó tocadillo. Pero es normal. Si en los días malos perdemos solo nueve segundos, yo ya lo firmaba», apunta Álvaro Pino.

Mosquera espera que se cumplan las previsiones que indican que hoy bajarán las temperaturas. Porque su motor funciona mejor en frío. No quiere que el calor amplíe la ventaja que previsiblemente lograrán sobre él Samuel Sánchez y Alejandro Valverde.

Pero la contrarreloj de Valencia muy probablemente estará pasada por agua. Y la lluvia, con sus caprichos, tiene el poder de romper cualquier pronóstico, bendiciendo con treguas a unos corredores y frenando a otros.

El gallego deberá correr a la contra, porque la batalla comienza en territorio enemigo. Pero mañana la Vuelta llegará al Alto de Aitana y el lunes la jornada concluirá en Xorret de Catí.

Fabian Cancellara, que se sintió Valentino Rossi en Assen, en la primera etapa, volverá a ser el gran favorito para el triunfo. En principio, el resto de contendientes se resignan a luchar por la segunda posición. Cadel Evans y Alexander Vinokourov pueden darle un mordisco a la clasificación.

A la espera de la crono, el Xacobeo sigue lamiéndose las heridas. «Gustavo Domínguez [que sufrió un corte profundo en la pierna derecha] está mejor de lo que pensaba. Y Gustavo César Veloso lo pasó mal en la primera etapa en España, pero en esta se ha sentido mejor», dice Pino. El equipo gallego, a pesar de ser un hospital ambulante, ha robado sus momentos de protagonismo. Serafín Martínez volvió a subir al podio, porque se mantiene al frente de la combinada. Un buen antídoto contra el dolor del Xacobeo.