Brotes verdes en el atletismo gallego

X.?R. Castro

DEPORTES

15 ago 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Galicia recupera su sitio en el atletismo español. Cuatro decenios después, su presencia en la selección española para un mundial se hace patente, pero los brotes verdes después de una larguísima travesía están cargados de matices. Los cuatro gallegos seleccionados, Eva Arias (3.000 obstáculos), Lolo Penas (10.000 metros) y Alessandra Aguilar y Pedro Nimo (maratón) intervendrán en pruebas de fondo; las dos mujeres están por completo desvinculadas del atletismo autonómico y en su día tuvieron que emigrar, y los dos varones ya entrenan habitualmente en Madrid. La emigración que no cesa en el tartán.

Pero por encima de los matices está la estadística. Galicia ha sido un páramo en el atletismo de élite desde la entrada del nuevo siglo. El panorama de las dos últimas convocatorias mundialistas ha sido desolador: nadie en Helsinki, y el marchador Santi Pérez como único paisano en Osaka. Desde 1991, cuando hubo cinco atletas repartidos entre los lanzamientos y el fondo, no se había conseguido un número tan elevado de representantes.

Los cuatro son fondistas y casi todos ellos reconvertidos. Sandra Aguilar, la de más experiencia internacional, se cansó de intentarlo en el 10.000 hasta que el maratón la acogió con los brazos abiertos. Eva Arias es un camaleón. Vivió en el milqui , probó el 3.000 y ahora ya es una campeona en los obstáculos. Los dos hombres se cansaron de ganar populares y tuvieron que pegarse codazos para entrar en la élite. Lolo Penas, en la distancia más larga de la pista, y Nimo, adentrándose en el maratón.

Los dos han crecido a golpe de carreras populares, un término denostado por unos y utilizado como algo peyorativo por muchos, pero que a lo largo de los tiempos ha sido el gran vivero del atletismo gallego.

Ellas tuvieron que emigrar e incluso divorciarse de Galicia. A la Eva Arias atleta, O Barco se le quedaba pequeño y se hizo catalana de adopción. Sandra encontró en Castilla-La Mancha los apoyos que le faltaron en Lugo y en su comunidad.

Detrás de ellos aparecen muy pocos relevos en la reserva del fondo, pero sí en las pruebas técnicas. Jean Marie Okutu, Alfonso Palomanes o Virginia Villar alumbran una nueva era.

Entre todos deben hacer subir el nivel y la presencia internacional del atletismo gallego. Hacer que cuatro representantes no signifique un número noticioso, sino el mínimo exigible. Para el Europeo de Barcelona ya debe aumentar la familia.