Alejandro Valverde eligió la mítica montaña del Mont Ventoux para presentar su candidatura a reeditar el triunfo de la pasada temporada en la Dauphiné Liberé, con un segundo puesto que le permitió vestirse de amarillo, solo superado por el polaco Szmyd, a quien agradeció su colaboración cediéndole el paso a escasos metros de la línea de meta.
Valverde, en una alarde de ambición y sobrado de fuerzas, dio un golpe sobre la mesa de los favoritos con un ataque a nueve kilómetros de la cima del Ventoux que le dio una renta de 2.06 minutos sobre sus directos rivales, el australiano y ex líder Cadel Evans y el español Alberto Contador. El campeón de España rompió la carrera en el temible puerto pelado, escenario de grandes gestas del ciclismo y también de legendarias desgracias. Herido en su orgullo por la sanción del CONI que le puede impedir participar en el Tour, el murciano soltó la traca para convencer de su capacidad como ciclista.
Unión de intereses
El ataque le permitió ir recogiendo a todos los valientes que habían intentado prosperar con fugas tempraneras, hasta que se quedó en compañía de Szmyd, con quien pactó la unión de esfuerzo e intereses: la etapa para el polaco y el liderato para él. La ofensiva de Valverde terminó con la ilusión del pelotón de los modestos: uno a uno fueron viendo cómo pasaba el vencedor de la Vuelta a Cataluña como un obús. El trabajo del Liquigas tuvo la recompensa de colocar a Szmyd en cabeza de carrera. Con el amarillo asegurado en el último kilómetro, Szmyd se quedó clavado a falta de 500 metros de la cima. Valverde miró a su compañero y lo esperó, frenó en la última curva y cedió una victoria a la vez que levantaba el brazo como nuevo líder.
En la tercera posición se clasificó Haimar Zubeldia, a 1 min 10 s de Valverde; el holandés Robert Gesink, a 1 min 46 s, fue cuarto. Por detrás, la pelea se centraba en el duelo entre Evans y Contador, en un marcaje del que se aprovecharon unos cuantos, entre ellos Valverde, aunque su superioridad fue lo que marcó la diferencia en la etapa.
Marcaje de Evans a Contador
Ni Evans, que llevó el peso del ascenso ni Contador, siempre a rueda y algo justo de forma, perdieron los nervios por la fuga de Valverde. El australiano se dejó en meta 2 min 10 s, y el español, 2 min 13 s.
Un aviso de Valverde, empeñado en demostrar al Tour de Francia que merece estar el próximo 4 de julio en la salida de Mónaco. A falta de la etapa reina del sábado, con el Galibier y la Croix de Fer en el recorrido, la carrera está por decidir. En la general, el español aventaja en 16 segundos a Cadel Evans y en 1 min 4 s a Alberto Contador. El Ventoux decidió que los tres corredores son los candidatos al triunfo final en Grenoble.