Un ingeniero como segundo plato

B. Otero

DEPORTES

02 jun 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

Florentino Pérez no será el único licenciado en Ingeniería con cargo en el Bernabéu. Manuel Pellegrini (Santiago de Chile, 1953) no se ganó el apodo de el Ingeniero a base de armar equipos. Hace treinta años que completó la carrera en su país, cuando el nuevo entrenador del Real Madrid -llegado como segundo plato tras las negativas de Wenger y Mourinho- compaginaba estudios con partidos en el Universidad de Chile.

Tiempos en los que su intelecto (es un genio de las matemáticas y habla cinco idiomas) ya estaba muy por encima de sus habilidades futbolísticas. Defensa discreto, solo su fidelidad al club le reportó cierto cariño entre la afición de la U . Simpatía que el propio Pellegrini se encargaría de borrar en dos acciones desde el banquillo. En su estreno como técnico hizo descender al equipo por primera vez en su historia y para rematarlo acabó entrenando al Universidad Católica, el más odiado rival. Tampoco allí el Ingeniero caló entre la hinchada (pese a ganar una copa chilena y otra interamericana) y acabó por buscarse la vida fuera de casa.

La mediación de un dirigente político facilitó su aterrizaje en Ecuador para dirigir al Liga de Quito e inaugurar su racha de éxitos con el campeonato nacional. De allí, el técnico saltó a Argentina, donde ganó una copa Mercosur y un torneo Clausura con San Lorenzo y otro para River Plate. La racha encontró eco en Europa y el Manchester le ofreció un puesto como segundo de Ferguson.

Pellegrini prefirió el Villarreal, donde había llamado la atención por su «estilo y sus declaraciones comedidas», que combinó con mano firme en casos como el de Riquelme. Habrá que ver si tranquilidad y firmeza alcanzan para dominar los egos de los presuntos galácticos del nuevo proyecto Florentino.