Carlos Sastre encendió el Vesubio

DEPORTES

30 may 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

«Es un corredor increíble este Sastre. Parece que no está. Siempre en crisis, siempre en la cola del grupo, y en el momento crucial enciende la llama», insisten en las retransmisiones del Giro que realiza la RAI. Ayer Sastre la encendió en el Vesubio, allí donde antes habían volado el luxemburgués Charly Gaul, aquel ángel de las montañas, y el español Eduardo Chozas. Otra vez atacaron Di Luca, Pellizotti y Basso. Otra vez resistió Menchov aunque, debido a las bonificaciones de la meta, cedió un puñado de segundos con respecto a Di Luca y ahora solo mantiene el liderato por 18 a falta de la crono final de 14,4 kilómetros. Pero otra vez el triunfo fue para la maglia nera de Sastre después de 164 kilómetros.

Era la última oportunidad para los escaladores. El líder del Cervélo se le había atragantado el penúltimo plato. La jornada con final en el Blockhaus, una etapa corta y explosiva, fue dinamita para él. Pero se redimió al calor de las rampas del volcán con uno de sus ataques lejanos y constantes. Se fue a buscar a Basso a 7 kilómetros de meta. Y lo abandonó a 4 del final.

Basso, escudero de Pellizotti

Basso, para el que propio Sastre ejerció de escudero ejemplar en el Monte Bondone en el Giro del 2006, tuvo que ponerse al servicio de Pellizotti para evitar que la brecha con el español desbancara a su compañero del podio. El español está a un minuto y 1 segundo del cajón. Los 14,4 kilómetros de mañana parecen poco territorio para alterar la jerarquía de Menchov, Di Luca y Pellizotti. Y los 203 de hoy, con traza de esprint masivo, no se prestan para agitar el Giro.