McLaren pide clemencia a la FIA por el caso de las mentiras de Hamilton

José Carlos J. Carabias

DEPORTES

25 abr 2009 . Actualizado a las 03:38 h.

McLaren ha enviado una carta a la FIA solicitando clemencia. En el ambiente de la fórmula 1 ha comenzado a extenderse la idea de que el miércoles la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) castigará con dureza al equipo inglés con una fuerte multa económica o incluso la suspensión durante varias carreras por el caso de las mentiras de Hamilton y esa conversación por radio que delató a McLaren y a su piloto estrella en la carrera de Australia. Es un episodio más de una gresca que dura veinte años.

A partir de los años ochenta, Ron Dennis elevó a McLaren a los primeros peldaños del escalafón. Creció la leyenda de las flechas de plata al mismo tiempo que se agigantó la rivalidad entre el jefe de la factoría y uno de los prebostes del automovilismo que terminaría ejerciendo como presidente de la FIA, Max Rufus Mosley.

El choque de egos entre los dos ingleses surgió rápidamente: el mecánico hecho a sí mismo que dirigía McLaren y el hijo de un sir con pasado fascista que mandaba en la FIA. Nunca se entendieron. Ni antes, en pleno apogeo de ambos, ni ahora, que caminan de la mano hacia la jubilación.

Los colmillos se afilaron todavía más hace seis o siete años, cuando Dennis abanderó una revolución que no llegó a cuajar: la de crear un campeonato paralelo en una agrupación de las primeras marcas, en la que también estaba Ferrari. Mosley no le perdonó esa insurrección a Dennis y lo que era distancia parece que se convirtió en odio. Hace dos años, en la fase de Alonso vestido de plata, la FIA castigó a McLaren con la mayor multa de la historia: 72 millones de euros y la pérdida de todos los puntos en el Mundial de constructores por el caso de espionaje a Ferrari. Las malas lenguas dicen que Mosley sufrió la venganza de Dennis en el célebre vídeo de contenido sexual que destapó el News of the world , en el que se veía al presidente de la FIA rodeado de prostitutas con símbolos nazis. Mosley siempre ha creído que Dennis estuvo detrás de aquel escándalo.

Como en McLaren temen la reacción de la FIA al caso de las mentiras de Hamilton, Ron Dennis ha desaparecido de la cúspide de la escudería como por arte de magia. Ya no es una salida virtual, sino efectiva. La nueva división que preside, McLaren Automotive, se ha externalizado del grupo matriz. Dennis ha ofrecido su cabeza a Mosley a cambio de salvar a McLaren. El nuevo jefe, Martín Whitmarsh, ha optado por la diplomacia. Ha enviado una carta de disculpas al presidente de la FIA por el comportamiento incorrecto de Hamilton en Australia. McLaren tendrá que responder el miércoles en París ante el Consejo Mundial de la FIA por lo sucedido en Melbourne, cuando Hamilton fue descalificado de la prueba por haber mentido a los comisarios de carrera.