Alberto Contador (Astana) firmó una extraordinaria contrarreloj en la sexta y última etapa de la Vuelta al País Vasco, con 24 kilómetros de recorrido y salida y meta en la localidad vizcaína de Zalla. El madrileño revalidó el triunfo que había logrado en el 2008. El ciclista del Astana se acostumbra al maillot de líder y sigue marcando territorio en la lucha interna de su equipo.
Cuando iniciaba esta carrera, Contador decía que comenzaba a sentir fatiga. Pero en la última crono marcó más diferencias que en la montaña. De las cumbres salió con ocho segundos de ventaja sobre Samuel Sánchez, Toni Colom y Cadel Evans. Ayer dictó sentencia en cinco kilómetros: 24 segundos a Samuel Sánchez, 26 a Luis León Sánchez, 31 a Cadel Evans y 11 a Toni Colon. Era un gran escalador. Ahora se ha convertido en eso que se conoce en el pelotón como un ciclista completo. Apabulló a sus rivales en la crono. Toni Colom cedió 22 segundos. Samuel Sánchez se quedó a 45. Michael Rogers, Luis León Sánchez y Cadel Evans se dejaron más de un minuto. No sorprende su triunfo, pero sí la brecha con respecto a los registros del resto de los favoritos.
Tres victorias contra el reloj
Esta temporada Contador lleva tres victorias en etapas de contrarreloj. Ganó la de la París-Niza, la de la Vuelta al Algarve y la de la Vuelta al País Vasco. Solo cedió el triunfo en la de Castilla y León, en la que perdió 16 segundos con respecto a su compañero Levi Leipheimer.
Una mejora de un minuto
Contador está cerrando su particular círculo deportivo. En el 2009 muestra la misma fortaleza en la montaña que en el llano. Los datos indican que está más fuerte que el año pasado a estas alturas, y que hace tres, cuando en el mismo recorrido de Zalla marcaba un registro que era un minuto y cinco segundos peor que el tiempo firmado ayer. Su mejora es espectacular.
Hasta el propio Contador se muestra sorprendido por el avance. «Este año es increíble el rendimiento que estoy teniendo en las contrarreloj», indica. Ahora se tomará un descanso y participará en la Dauphiné con el Tour de Francia en el horizonte.