El madrileño gana poder en Anfield tras firmar hasta el 2014, pero no tendrá control total sobre los fichajes
20 mar 2009 . Actualizado a las 18:50 h.Hicks y Gillet por fin entienden. Los dueños estadounidenses del club de referencia en Inglaterra han atado a su entrenador hasta el 2014, a razón de unos 13.000 euros de sueldo al día. Además, le han entregado las llaves de cada sección de Anfield, aunque acotando en lo posible sus dominios en la parcela de fichajes.
El miércoles concluyeron en acuerdo las duras negociaciones entabladas entre la presidencia bicéfala del Liverpool y los abogados de uno de los técnicos más cotizados del mundo. Los primeros contactos para renovar el contrato de Rafa Benítez, que expiraba en el 2010, arrancaron formalmente en enero de este año y el míster red fue dando repetidas largas hasta que dispuso del viento a favor necesario para acceder al control total del club. El soplo definitivo vino de las aplastantes victorias ante el Real Madrid en Champions y el Manchester United en la Premier.
Un nuevo jefe de operaciones
Antes se habían dado importantes pasos, como el cese (que se consumará a final de esta temporada) del jefe de operaciones de la entidad, Rick Parry, enfrentado permanentemente al entrenador por la contratación de jugadores. Para este área quería el técnico madrileño reservarse un dominio absoluto, que solo ha logrado con matices, porque Parry tendrá un sucesor.
«Él [Benítez] sabe que un mánager no puede tener control sobre el mercado de traspasos de un club -apuntaba ayer Tom Hicks-. En este aspecto, ha tenido sus frustraciones a lo largo de estos cinco años y son sobradamente conocidas. Hará recomendaciones acerca de qué jugadores quiere contratar y el nuevo jefe de operaciones y los dueños del club tomarán la decisión definitiva». «Ese es el modo en que tiene que ser», advertía con firmeza el propietario estadounidense.
La afirmación augura nuevos desencuentros, como los de noviembre del 2007, cuando, en plena mala racha de resultados, el técnico se quejó ante la falta de fichajes y los presidentes le respondieron con un «dedícate a entrenar a los futbolistas que tienes». Entonces acuñó el madrileño aquello de que Hicks y Gillet «no entienden la cultura europea».
Llovió desde el intercambio de golpes verbales y las relaciones han mejorado. Al menos en lo referente a Hicks, que, pese a los insistentes rumores de venta, anunciaba su intención de seguir al frente del Liverpool «al menos otros cinco años», de la mano de su entrenador. El caso de Gillet, peleado con el copropietario, no está tan claro: «No sé lo que hará, pero supongo que también se quedará esos cinco años», reconocía su compañero.
Una etapa durante la que, según los medios británicos, Benítez abrochará unos 23 millones de euros. Más de 90.000 euros semanales, porque, como recordaba un ex del Dépor, «lo bueno de los clubes ingleses es que te pagan cada semana».