«Hay que meter en vereda al fútbol»

José M. Fernández

DEPORTES

Expertos en finanzas reclaman más control sobre las cuentas de los clubes y creen que un nuevo plan de saneamiento «no extirparía» las causas del endeudamiento

01 feb 2009 . Actualizado a las 02:00 h.

El fútbol español ya ha devorado un par de planes de saneamiento. En el último, apoyado en la Ley del Deporte de 1990 que trajo la creación de las sociedades anónimas deportivas, la Administración incluso consintió la ampliación del porcentaje de la recaudación de las quinielas.

El contador se puso entonces a cero, pero apenas tres lustros después la deuda del fútbol ha pasado de unos 35.000 millones de pesetas entonces al medio billón de pesetas de la actualidad, después de haber dilapidado los ingentes ingresos por la venta de los derechos de televisión y buena parte del patrimonio en recalificaciones que han contado con la complicidad de las Administraciones públicas.

Cambio de estructuras

«Los clubes de fútbol profesional, únicos y exclusivos responsables del atolladero en el que se encuentran, no tienen solución ni viabilidad dentro de las actuales estructuras», señalaba ya en el 2003 el economista Javier Gaspar Pardo de Andrade, quien en el mismo artículo insistía en en que sería un error que la Administración se hiciera cargo de la deuda del fútbol: «¿Existe alguna razón para pensar que las cosas serían diferentes ahora?».

Pardo de Andrade apoyaba su escepticismo en que ni la más mínima parte de los nuevos recursos con los que contó el fútbol desde el 1992 (televisión, quinielas, merchandising...) fueron para el saneamiento o al pago de sus deudas.

¿Es lícito que las Administraciones vuelvan a salvar la cara al fútbol? «Rotundamente, no. Que intervengan las instituciones me parecería una barbaridad», afirma José Ángel Zalba, el que en su día fue, al frente del Zaragoza, fue el presidente más joven de Primera División y que actualmente preside la Federación de Asociaciones de Pequeños Accionistas del Fútbol Español (FASFE), una agrupación empeñada en buscar la transparencia y en devolver el balompié a los aficionados.

No pagar excesos

«Antes que apasionado del fútbol soy un contribuyente. Así que con la que está cayendo, como para pagar los excesos», recalca José Ángel Zalba, para el que la conversión de los clubes en SAD no conllevó la llegada de los controles necesarios para evitar los excesos.

Más pragmático es Ángel Barajas, profesor de Economía Financiera de la Universidad de Vigo y una de las personas que más informes ha publicado en los últimos años sobre las finanzas del fútbol español. «Probablemente, los clubes están esperando otro nuevo plan de saneamiento. En el fondo, y dado lo grave que es la situación, creo que se va a producir», indica Barajas, para quien el problema reside en que los mecanismos de control para evitar los excesos realmente funcionen: «Teóricamente, el fútbol ya los tiene, pero lo cierto es que hasta el momento ha habido un enorme descontrol, no han sido exigentes». Para el profesor gallego, es necesario un un sistema sancionador «que evite que la gente se pueda ir de rositas».

También José María Gay de Liébana, profesor de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona y autor de un estudio que recoge la situación financiera de los clubes españoles, cree que se va hacia un nuevo plan: «Aunque me parece mal, pero a la vista del panorama vamos hacia ahí». Gay de Liébana pide férreos controles para «meter en vereda al fútbol», pero no cree que estos puedan estar en manos de la Liga de Fútbol Profesional o del CSD. También insiste en que con un plan se arreglaría momentáneamente el problema, «pero no extirparíamos la causa».

Patrimonios dilapidados

José Ángel Zalba pone sobre la mesa la escandalosa situación del Real Murcia, un club que la pasada semana se planteó la entrada en concurso: «Samper (el ex presidente) ya ha sacado lo suyo con unas cuantas recalificaciones y ahora se va del Murcia y tiene que ir el Ayuntamiento y poner 3 o 4 millones para llegar a final de temporada. Es indignante».

El que fuera presidente del Zaragoza cree que las sociedades anónimas han dilapidado el patrimonio de las antiguos clubes, «pero no me opongo a las SAD, pueden convivir con las sociedades deportivas, pero siempre que pongan el dinero y se responsabilicen, porque los que han caído en los clubes se han llevado lo que han puesto y lo que dicen que han puesto y además reclaman ayudas?».