La reclamación de una supuesta deuda de 1.500 euros llevó a Inma Cortiñas, mujer del ex jugador del Negreira David Cotrofe, a paralizar el encuentro de su ex equipo (supuesto club deudor) con el Compostela.
Corría el minuto 3 del segundo tiempo del partido de Tercera División, y con más de un millar de espectadores presenciando un choque de rivalidad comarcal. En ese momento, el árbitro coruñés, Xulián Mateu Suárez Fuentes, paralizó el partido y avisó al delegado de campo de que una mujer se había esposado al palo derecho de la portería del Negreira. Jugadores de uno y otro equipo se interesaron por el caso hasta la llegada de tres agentes de la Guardia Civil, que provistos de una sierra acaban liberándola.
Entonces, después de cinco minutos con el juego parado, el partido se reanudó sin más, entre la sorpresa del respetable que no entendía lo que reclamaba la mujer. Más tarde se supo que se trataba de Inma Cortiñas, la mujer de Cotrofe, ex jugador del Negreira, ahora en las filas del Santa Comba, quien reclamaba al club el impago del último mes de la campaña anterior por valor de 1.500 euros, según informó ayer la Radio Galega. Testigos directos afirman que la mujer solo pedía hablar con el presidente, dado que en varias ocasiones lo había intentado sin éxito su marido.
La autora de los hechos podría enfrentarse a una multa por alteración del orden público y deportivo etre 3.000 y 9.000 euros, según fuentes consultadas.
Sorpresa en el club
Por su parte, directivos del Negreira no daban ayer crédito a lo sucedido, limitándose a señalar que habían cumplido con todos los pagos acordados con los jugadores de la temporada anterior, reconociendo que se habían retrasado por falta de liquidez para abonar las últimas cantidades pendientes hasta el 18 de mayo, fecha en la que finalizaron la Liga en Verín. Supuestamente, algún ex futbolista del equipo rojillo había reclamado al club la totalidad de la mensualidad de mayo, pero la entidad solo abonó esos dieciocho días.
El presidente de la junta gestora en funciones del Negreira, Manuel Liñares Giraut, reconocía ayer haber mantenido una conversación telefónica con la mujer de Cotrofe antes del comienzo de Liga, en la que le preguntó literalmente cómo estaban las cuentas con Cotrofe, porque tenían dos hijos que alimentar. Liñares se limitó a decir que habían satisfecho lo acordado con Cotrofe y sus demás compañeros de la campaña pasada. En total, nueve meses y medio.