El equipo Kawasaki comunicó ayer que abandona el Mundial de MotoGP. Una decisión que no deja de sorprender porque, recientemente, esta escudería había anunciado a bombo y platillo el fichaje del italiano Marco Melandri para el próximo año, si bien parece que el contrato no estaba todavía firmado.
A través de un escueto comunicado, Kawasaki deja claro que ya no participará en ningún gran premio a causa de los graves problemas financieros. Se retira con el sabor amargo de no haber podido lograr ninguna victoria en MotoGP, aunque totalizó nada menos que ochenta y nueve triunfos en los campeonatos del mundo en los que compitió entre 1971 y 2008 en diversas categorías.
Kawasaki regresó a la categoría de MotoGP en 2003, pero no ha conseguido ningún triunfo, obteniendo solo tres segundos puestos en tres años: el francés Randy de Puniet (Japón 2007), el japonés Shinya Nakano (Holanda 2006) y el francés Olivier Jacque (China 2005).
En el mundo del motor, el terremoto económico ataca con especial virulencia a Japón, toda vez que Honda ya había anunciado su retirada del Mundial de fórmula 1, y Subaru y Suzuki decidieron dejar de lado el de ralis en el que dominan con suficiencia los franceses de Citroën.
En los tiempos que corren, cada día es más difícil poder soportar los altos costes de un equipo y, sobre todo, encontrar patrocinadores.
Tres millones y medio
Una escudería satélite en MotoGP cuesta en torno a 3,5 millones de euros anuales, una cantidad que se dispara en el caso de los equipos oficiales, que en muchos casos estudian su viabilidad y se plantean si merece la pena continuar en el Mundial o si es mejor dedicar los esfuerzos económicos hacia otras metas que permitan la supervivencia de la compañía pese al desplome en las ventas.
Melandri, en paro
Tras el adiós de Kawasaki, tanto Melandri como el que estaba llamado a ser su compañero, el estadounidense John Hopkins, se han quedado sin moto y no tendrán nada sencillo poder encontrarla para el ejercicio venidero. El italiano pedirá colaboración al equipo de Fausto Gresini, con el que ya corrió y se impuso en cinco grandes premios entre el 2005 y el 2006, a lomos de máquinas Honda.
«Tengo que esperar y hablar con alguien. Por el momento no sé nada», dijo el corredor italiano, quien esperaba pasar a Kawasaki después de una decepcionante temporada con Ducati.
«Solo puedo esperar levantarme el 1 de enero y descubrir que todo esto fue un mal sueño», añadió el piloto.
La retirada de Kawasaki supone un serio golpe para los organizadores del campeonato, que verían reducido a cuatro el número de marcas fabricantes.