Un jugador del equipo italiano se bajó los pantalones para despistar al portero y permitir a un compañero anotar un gol de falta.
18 nov 2008 . Actualizado a las 21:54 h.Los futbolistas del Catania, equipo de la máxima categoría del fútbol italiano entrenado por Walter Zenga, volvieron a demostrar el pasado domingo que en fútbol no está todo escrito y que siempre hay espacio para innovar. Aunque para ello haya que saltarse ciertas barreras morales.
En el último choque liguero disputado contra el Torino, el atacante Gianvito Plasmati se atrevió con una curiosa estrategia a fin de que su compañero Giusseppe Mascara anotara el segundo gol de su equipo. Su peculiar táctica fue... bajarse los pantalones delante del guardameta.
Con empate a un tanto en el electrónico, el árbitro señala una falta al borde del área a favor del conjunto local. Mientras Mascara se coloca para disparar, cuatro de sus compañeros se sitúan detrás de la barrera del Torino, en fuera de juego, para dificultar la visión del portero rival, Matteo Sereni.
Pero uno de los implicados va más allá. Así, cuando el lanzador está a punto de golpear el balón, Plasmati se baja los pantalones a la vez que corre para recuperar la posición reglamentaria. Incrédulo, Sereni no puede atajar el disparo, el disparo acaba en la red y el gol sube al marcador, pese a las feroces protestas del arquero.
El Catania acabó ganando el partido por 3-2 (con hat-trick de Mascara), pero la polémica creada en Italia a raíz de este tanto es brutal. Especialmente duros han sido los ataques al técnico, Walter Zenga, y al máximo protagonista de la acción, Gianvito Plasmati.
El delantero se ha defendido señalando a los medios italianos que «no existe una prohibición expresa» para esta jugada. Algo en lo que no coincide con el jefe de los colegiados del «Calcio», Pierluigi Collina, que reconoció la ilegalidad de la estrategia del Catania.