Benítez, una isla entre los fracasos españoles en banquillos europeos

DEPORTES

Muchos han sido los entrenadores que han emigrado, pero todos sin fortuna

16 nov 2008 . Actualizado a las 02:20 h.

Hasta hace muy poco tiempo, la Liga española estaba repleta de entrenadores foráneos. Era la época del bum televisivo en el que los millones circulaban de equipo en equipo sin temor al despilfarro. Pero el maná se agotó y ahora sucede todo lo contrario.

En época de crisis, 16 de los 20 equipos de Primera han optado por el producto nacional. Solo Schuster (Madrid), Pellegrini (Villarreal), Kresic (Numancia) y Aguirre (Atlético) han nacido fuera de España.

Pero no solo queda ahí la repercusión del entrenador autóctono. Se está animando a emigrar aunque, la verdad sea dicha, que con escaso éxito profesional. Técnicos de prestigio como Juande Ramos, Clemente, Serra Ferrer, Víctor Muñoz, Del Bosque, Víctor Fernández o Camacho en su última etapa en el Benfica, han tenido que regresar con la cabeza gacha tras sus experiencias internacionales. Solo Rafa Benítez ha triunfado, y Valverde y Quique Sánchez Flores lo están intentando.

Juande Ramos

Dejó el Sevilla a principios de la pasada temporada seducido por los encantos de la Premier League. Una competición considerada como la mejor del mundo y con un talonario capaz de convertirlo en uno de los técnicos mejor pagados del planeta. No pasó de la undécima posición la temporada pasada, y solo el triunfo en Copa le permitió engalanar su currículo y clasificar a su equipo para la UEFA. Eso sí, la directiva le encomendó este verano la misión de crear un equipo que pudiera codearse con los cuatro grandes, pero fue un fracaso total.

Juande no consiguió ganarse la complicidad de sus jugadores y hace unas semanas fue despedido de su cargo con el equipo en la última posición. Curiosamente, el Tottenham empezó a ganar partidos tras la marcha del de Pedro Muñoz (Ciudad Real).

Javier Clemente

Fue el primero de esta última generación de entrenadores sin miedo a salir de las fronteras estatales. Ser seleccionador español entre 1992 y 1998 fue su catapulta definitiva para labrarse un nombre en el fútbol internacional.

El Olympique de Marsella le abrió sus puertas en el año 2000, apenas un mes después de haber sido destituido en la Real Sociedad. La entidad francesa, campeona de Europa en el 93 y subcampeona en el 91, vio en el de Baracaldo a su mesías para reflotar al club y devolverlo a la élite mundial. Su experiencia duró cinco meses, dejando al equipo a cinco puntos del descenso.

Sin embargo, Clemente no escarmentó de la mala experiencia y emprendió otra aventura como seleccionador nacional de Serbia. Su objetivo era clasificar al combinado balcánico para la pasada Eurocopa y, tras no conseguirlo, dejó el cargo en noviembre del 2007.

Vicente Del Bosque

Si pudiera, el actual seleccionador español borraría de su brillante currículo su paso por el Besiktas. Llegó al equipo turco con el caché que le concedieron los triunfos del Real Madrid galáctico en dos Copas de Europa, pero acabó fracasando y con problemas para cobrar todo su suculento contrato prometido.

Del Bosque firmó en el verano del 2004 y fue destituido en enero del 2005 con su equipo en la quinta posición (era el favorito al título) y tras haber sido eliminado de la UEFA y de la Copa. «El presidente me apoyaba, pero el entorno era duro», reconoció lacónicamente el técnico el día en que dejó el cargo.

Víctor Fernández

Cogió al equipo portugués en la temporada posterior a conquistar el título europeo. La sombra de Mourinho era demasiado alargada y recibió múltiples críticas pese a no marchar del todo mal. Dejó al equipo clasificado para los octavos de la Liga de Campeones y en la competición doméstica, cediendo la primera plaza en la jornada de su adiós. Fue la única Liga que no ganó el club presidido por Pinto da Costa en los seis últimos años.

Serra Ferrer y Víctor Muñoz

La Liga que más palos ha dado a los técnicos españoles ha sido la helena. Por allí pasaron Serra Ferrer (AEK) y Víctor Muñoz (Panathinaikos), pero ninguno consiguió triunfar pese a la fama que les precedía en España.

Serra fue destituido el pasado mes de febrero tras casi dos años en el banquillo del AEK. El equipo marchaba en tercera posición de la Liga griega, pero la afición ya había adornado el estadio con varias pañoladas pidiendo su dimisión.

Más fugaz fue la experiencia de Víctor Muñoz en el Panathinaikos. Duró siete meses y el propio técnico reconoció que no había sido «un buen año para el club». La derrota en la final de Copa ante el modesto Larisa fue la gota que colmó la paciencia de la directiva.

Aragonés, Sánchez Flores y Valverde

En la actualidad, son tres los técnicos que intentan labrarse un prestigio en el fútbol europeo y sumarse al éxito de Rafa Benítez. Son Valverde, Aragonés y Sánchez Flores. La situación de Valverde es compleja. Llegó al Olimpiacos este verano y su inicio no pudo ser más desalentador. Cayó eliminado en la previa de la Champions con el Anorthosis. Las voces pidiendo su cabeza se están apagando poco a poco porque marcha líder de la Liga, pero la soga sigue planeando sobre su cabeza.

Sánchez Flores, por su parte, encabeza un ambicioso proyecto en el que la directiva del Benfica ha invertido una gran cantidad de dinero. Está vivo en la UEFA y en la Liga es segundo tras el modestísimo Leixoes. Por último, Aragonés no lo está pasando bien en el Fenerbahce turco, aunque está mejorando. De hecho, ayer ganó.