El Liverpool cae ante el Tottenham y cede el liderato en Inglaterra a un Chelsea intratable
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El Manchester United domesticó al rebelde de la Premier League, un Hull City peleón que sucumbió en Old Trafford por 4-3 en una jornada de pesadilla para el Arsenal, humillado ante otro novato, el Stoke City (2-1) y en la que el Chelsea arrolló al Sunderland (5-0) para ponerse líder tras la derrota del Liverpool.
En White Hart Lane ya no se acuerdan de Juande Ramos. El nuevo Tottenham logró en casa una importantísima victoria por 2-1 ante el Liverpool de Benítez, que sufrió un enorme varapalo y cedió el liderato al Chelsea.
Los reds sufrieron un golpe doloroso por lo inesperado en su visita al colista de la tabla, que dejó de serlo ayer para subir una posición por encima del Bolton.
En Mánchester, el Teatro de los Sueños recibió con curiosidad y cautela al Hull City, un novato que ha entrado en esta Liga como un huracán y que propició un partido vibrante. El vigente campeón manejó la situación sin bajar la guardia y los hombres de Ferguson prosiguen su escalada. No han dejado de marcar de forma consecutiva en 34 partidos y ayer comenzaron temprano, a los 3 minutos, con un golazo de Ronaldo.
La sorpresa de la jornada la protagonizó otro novato, el Stoke City, que sorprendió al Arsenal frente a una afición extasiada en el Britannia Stadium (2-1).
Los «blues» siguen en racha
Otro equipo en racha, el Chelsea, goleó en Stamford Bridge al Sunderland con un incuestionable 5-0 y un hat-trick del francés Anelka para auparse a la cabeza de la tabla. Los pupilos de Roy Keane se afanaron, pero los blues fueron demasiado para ellos. Los black cats terminaron rendidos a los métodos de Felipao. Fue un brasileño, Alex, el que estrenó el festín de goles de los locales, dando, además, el milésimo al club de Londres.
En el resto de la jornada, el suplente Saha dio en Goodison Park una tardía victoria a su equipo, el Everton, ante su rival londinense Fulham.
Tristán en el banquillo
En Riverside, el egipcio Mido empató a uno para el Middlesbrough en la recta final del duelo con un West Ham dominador y que tuvo a Diego Tristán sentado en el banco.