Iván Raña no fue capaz de hacer buenos los pronósticos que lo situaban como el claro favorito a ganar el campeonato de España de Triatlón. El de Ordes cruzó la meta de Ferrol en la segunda posición por detrás del extremeño José Manuel Tovar, que había preparado con mimo el nacional después de haberse quedado fuera de lo Juegos Olímpico. La prueba se decidió en la carrera a pie donde el vencedor se mostró intratable. Para Raña la temporada dura ya demasiado.
«El año se me está haciendo muy largo. Preparé a tope las Olimpiadas y ahora me encuentro bastante cansado», reconoció el gallego en la llegada que estaba abarrotada de incondicionales del triatleta. «De todas formas -aseguró Iván Raña- durante la competición di todo lo que tenía dentro, pero hay que reconocer que Tovar andaba muy fino. No me queda más que felicitarlo. Estoy en el lugar que me corresponde».
Por su parte, el vencedor, José Manuel Tovar, explicó que no haber podido participar en lo Juegos de Pekín había sido un «golpe difícil de digerir», pero que desde ese instante comenzó a preparar el campeonato de España. «Para mí, ganar el nacional es lo máximo», subrayó Tovar, quien también apuntó que le habría gustado disputar esta competición con Javier Gómez Noya: «Está claro que Javi es el mejor triatleta español, por eso quería batirme con él aquí, en su casa».
El transcurso de la carrera respondió al guión esperado. Raña intentó poner un ritmo duro desde la primera transición. De hecho, en el inicio del sector en bicicleta ya figuraba en cabeza con unos segundos de ventaja sobre un grupo perseguidor de nueve triatletas. Pero Raña era la referencia, era la estela a seguir y por detrás comenzaron a tirar para que no abriese hueco. En la segunda vuelta lo neutralizaron. Entonces, optó por ocupar una discreta posición en el pelotón y esperar a que los demás se moviesen.
De la vigilancia de los primeros espadas se benefició Hektor Llanos. Lanzó un ataque a falta de tres vueltas para el final de la bicicleta y comenzó a cimentar una ventaja que se incrementó en cada giro hasta llegar a la última transición con 1.16 minutos respecto a Raña. El gallego volvió a apretar antes de la carrera a pie sabedor de que Llanos no era un líder sólido, de que le podía recortar la ventaja con facilidad a un hombre acostumbrado a la larga distancia. Pero el cambio de ritmo de Raña escondía también el as que se guardaba en la manga. «En el principio del tramo a pie -dijo el de Ordes- intenté tirar fuerte, porque creía que Tovar no iba a entrar en esa guerra, sin embargo me aguantó». A un kilómetro del final, el extremeño demostró que ayer era el más fuerte.