La realeza árabe invierte millones en el club de los obreros de Manchester

DEPORTES

04 sep 2008 . Actualizado a las 02:45 h.

Un nuevo millonario ha aterrizado en el fútbol. Y lo ha hecho en la meca. En Inglaterra. En el país del fair play , del pago semanal y de la esencia balompédica. Sulimán al-Fahim, en representación del grupo inversor Abu Dabi, compró el pasado lunes el Manchester City y su primera acción fue pagar 42 millones de euros al contado al Real Madrid para fichar a Robinho.

La revuelta que se vive estos días en Bangkok provocó que el hasta el lunes propietario del Manchester City, Thaksin Shinawatra (ex primer ministro tailandés, en busca y captura), decidiera negociar la venta de sus acciones. En pocas horas, el acuerdo con Abu Dabi fue total. Doscientos cuarenta y cuatro millones de euros tuvieron la culpa. Una vez comprado el club, el grupo inversor vinculado a la familia real de Abu Dabi comenzó a peinar el mercado internacional en busca de estrellas.

Según publicaban ayer algunos medios, la cabeza visible de la entidad, Sulimán al-Fahim, ofreció a Ramón Calderón un cheque en blanco para que le vendiera a Van Nistelrooy, tentó al Valencia con una millonaria oferta por David Villa e incluso quiso adelantarse a su vecino de localidad, el Manchester United, al negociar con el Tottenham el fichaje de Berbatov. Le faltó tiempo y solo pudo contratar a Robinho.

Pero el objetivo del nuevo mesías del City va más allá de crear un equipo competitivo. Quiere hacer historia en el fútbol. «Vamos a ser el club más grande del mundo, más que el Madrid y más que el Manchester United juntos», asegura Al-Fahim.

Con Roman Abramóvich como espejo en el que se refleja, el nuevo propietario del City ya ha anunciado que va a por los mejores del planeta balompédico. «Cuesten lo que cuesten», dijo.

160 millones por Cristiano

De momento, ha tasado en 160 millones de euros a Cristiano Ronaldo, por quien el United rechazó los cien que le ofertó el Real Madrid, y que él espera contratar en los próximos meses. «¿Que si pagaríamos 160 millones? ¿Por qué no?», dice el multimillonario jeque árabe.

Junto al nombre del portugués figuran algunos otros de primer nivel, como el de Thierry Henry o Ronaldo, «que pueden valer para añadir confianza a los más jóvenes», apunta el responsable del club inglés. Fernando Torres y Fábregas son otros de los nombres que figuran en su agenda.

Y aunque Abramóvich es el ejemplo a seguir por este grupo árabe, su intención es superarlo. Por eso, el primer gran fichaje del City ha sido el de Robinho, por quien el ruso había apostado fuerte. «Queremos tener el mismo impacto que ha tenido el Chelsea en los últimos años». El inicio es bueno. Parece el camino hacia la gloria para una entidad fundada en 1880 por la esposa de un párroco del barrio de Gorton. El objetivo de esta mujer era ofrecer una alternativa a una juventud sin trabajo, dada a la bebida y con demasiado tiempo para injustificadas peleas.

Aquella obra social creció y, hoy en día, el equipo de la clase humilde de Manchester va camino de convertirse en uno de los clubes más poderosos del planeta fútbol. Una nueva era para una entidad que no festeja un título desde hace más de cuarenta años. El nuevo City llama a la puerta de la gloria.