Qué una región de menos de tres millones de habitantes se presente en unos Juegos Olímpicos con hasta ocho campeones del mundo es algo extraordinario. Extraordinaria será, por tanto, la representación gallega en Pekín. Ocho de los doce deportistas de la comunidad (trece si incluimos al catalán de origen gallego, José Antonio Hermida) saben lo que es subirse a lo más alto del podio en citas de carácter planetario. Estamos, sin duda, ante la mejor generación de la historia del deporte gallego.
El caso más reciente es el de Javier Gómez Noya, que se proclamó campeón del mundo de triatlón en Vancouver. El otro triatleta que estará en los juegos, Iván Raña, hizo lo mismo en el 2002, en Cancún. En piragüismo, el último gallego en hacer sonar el himno español en un certamen mundial fue el campeón olímpico David Cal, que en Duisburgo se impuso en la prueba de 500 metros. Fernando Echavarri y Antón Paz han ganado el Campeonato del Mundo de la clase tornado (vela) en dos de los años del ciclo olímpico, en el 2005 y en el 2007.
Junto a los cinco anteriores, están Teresa Portela, Sonia Molanes y Carlos Pérez, los tres en la distancia de los 200 metros, que aunque no es olímpica ha puesto de manifiesto la tremenda capacidad de los piragüistas gallegos para las pruebas explosivas.
Se da la circunstancia además de que la mitad de los citados campeones (todos los piragüistas) nacieron en el mismo ayuntamiento, Cangas do Morrazo.
Pero con independencia de los logros conseguidos, Galicia entra en los pronósticos para alzarse con varios metales en China. David Cal aspira a dos oros, Javi Gómez Noya, a uno; Paz y Echavarri pelearán por un lugar en el cajón, mientras que Teresa Portela y Sonia Molanes, en el K-4, tienen opciones de conseguir un bronce. Por su parte, Carlos Pérez Rial, que formará tándem con el catalán Craviotto, no renuncia a nada.