El ruso Denis Menchov cedió 35 segundos tras descolgarse en la bajada de La Bonette
23 jul 2008 . Actualizado a las 17:52 h.La segunda jornada alpina, que franqueó dos puertos de categoría especial, la Lombarde y la Bonette, vio la segunda victoria de un francés desde el inicio del Tour. En Jausiers venció Cyril Dessel, quien había vestido el jersey amarillo en el Tour del 2006, tras superar en el esprint a sus tres últimos compañeros de escapada, Sandy Casar, el español David Arroyo y Popovych.
Entre los favoritos no hubo diferencias. En un momento de incertidumbre, entre el final de un ciclo y el inicio de uno nuevo, con solo un equipo capaz de mover la carrera según sus intereses, el CSC, hay mucha gente que tiene que limitarse a estar. Ni el Rabobank, ni el Lotto, ni el Garmin tienen la entidad suficiente como para poder plantear nada que no sea estar pendientes de lo que hace el CSC.
El equipo de Carlos Sastre seguirá asumiendo riesgos, aun a costa de perderlo todo. Los demás, Evans, Kohl o Menchov esperarán sus movimientos. Otra cosa no pueden hacer. El líder, Frank Schleck, reconocía que habían perdido una gran oportunidad de hacer más diferencias: «En el Tour todo lo puedes perder en un día, pero para ganarlo hay que estar delante en todo momento».
Sin batalla
La primera gran oportunidad para los escaladores no convirtió el asfalto alpino en un campo de batalla. El CSC sacó la propina de Menchov, quien se descolgó en la bajada de La Bonette, pero no logró inmutar a Evans, el gran rival a batir, ni a Kohl, implacable como provisional rey de la montaña.
El despiste de Menchov y el hundimiento de Vandevelde, que no pudo seguir el ritmo de los favoritos a tres kilómetros de la cima del Restefond, cedió 4 minutos en la meta y se convirtió en el primer eliminado en los Alpes, alteraron la general. Permitieron a Sastre pasar del sexto al cuarto lugar, a un paso del cajón, a 49 segundos del líder, y Valverde y Samuel Sánchez adelantaron una casilla.
Pese a estos cambios, los elementos jugaron contra el CSC. Sastre y Schleck coincidieron en señalar al viento «que pegaba de frente en los tres últimos kilómetros de La Bonette» como el gran obstáculo que dificultaba cualquier intento de poder atacar. Esa debió de ser la razón principal de que todo el mundo se estuviese quieto.
La etapa quedó sellada desde su inicio, con una escapada muy amplia. En ese grupo donde estaban Aversen y Voigt (CSC) también se encontraban tres hombres del Caise d' Epargne, Iván Gutiérrez, Nicolás Portal y David Arroyo, otros tres del Lampre, Cunego, Tiralongo y Szmyd, Hincapie y Siutsu (Columbia), incluso Flecha y Freire (Rabobank), entre otros.
El triunfador de la contrarreloj de Cholet, Stefan Schumacher iba con ellos. Se marchó solo en La Lombarda y le cogieron a seis kilómetros de La Bonette. Llegaron a tener cerca de diez minutos de ventaja. El ganador se impuso en un esprint entre cuatro a su compatriota Sandy Casar, el español David Arroyo y el ucraniano Yaroslav Popovych, los supervivientes más destacados de la fuga de la jornada.