Galicia, la gran ausente de la Eurocopa

DEPORTES

A Portugal 2004 acudieron cuatro deportivistas, y en el 2000 jugaron Fran, Salgado y Marcos Vales

03 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

España, la selección de todos, no tiene esta vez ningún representante del fútbol gallego en sus filas para la inminente Eurocopa. Ningún jugador nacido en Galicia. Ni ningún futbolista del Deportivo o del Celta. Este rincón del Noroeste empujará como el que más por los éxitos de la roja en Austria y Suiza pero sin vínculos afectivos con los hombres de Luis Aragonés. Sí habrá un gallego, Ricardo Cabanas, oriundo de Carral, pero defendiendo la bandera helvética.

Esta situación de sequía autonómica no se daba desde hace 28 años, cuando España participó en la Eurocopa celebrada en Italia sin gallegos ni futbolistas de equipos de Galicia. Han bastado solo cuatro años para llegar a este declive balompédico. En el último torneo continental de países, el entonces seleccionador Iñaki Sáez se llevó a Portugal a cuatro deportivistas: Valerón, Capdevila, César Martín y Luque. El mejor momento para el fútbol galaico había llegado cuatro años antes, con motivo de la Eurocopa de Bélgica y Holanda. España llegó a convocar entonces a tres futbolistas gallegos: el deportivista Fran, el madridista Míchel Salgado, y el zaragocista Marcos Vales. Además, José Antonio Camacho confió en otros dos jugadores que militaban en equipos galaicos, como eran César (Deportivo) y Velasco (Celta).

En las citas precedentes, la referencia gallega fue más testimonial, pero siempre presente. Así, en la Eurocopa de 1996, con Javier Clemente en el banquillo, viajaron a Inglaterra los deportivistas Donato y Javier Manjarín. Ocho años antes -en Suecia 1992 España no logró la clasificación-, fueron dos gallegos que jugaban en la capital los convocados por Miguel Muñoz para el torneo de 1988 que se celebraba en Alemania. Allí estuvieron el compostelano Tomás Reñones (Atlético de Madrid), titular en los tres partidos de la primera fase, en la que España caería por sus derrotas ante Alemania e Italia; y el portero suplente Paco Buyo (Real Madrid). El propio Buyo había sido el único representante del fútbol de la comunidad gallega en la España que alcanzó la final frente a Francia en 1984. El betanceiro, entonces jugador del Sevilla, tuvo que conformarse con ver desde el banquillo los graves errores de su compañero Arkonada en el Parque de los Príncipes.

Pero Buyo tuvo un precursor. En la Eurocopa de 1976, celebrada en Yugoslavia, el portero ourensano del Real Madrid, Miguel Ángel, defendió la portería de España frente a Alemania, ante la que encajó dos goles.

Ausente España de las citas de Inglaterra 1972 e Italia 1968, la selección nacional conquistó su único título en 1964. También entonces hubo protagonismo gallego con el concurso del madridista Amancio y el zaragocista Marcelino, autor del gol de la victoria en la final frente a la URSS. Además, el deportivista Veloso había sido convocado en la fase clasificatoria.

Mundiales

El declive de la presencia gallega en las Eurocopas corre paralelo a los Mundiales. Así, Míchel Salgado fue el único representante de la comunidad en el último campeonato del mundo, celebrado en Alemania en el 2006. El defensa de As Neves no había estado en la cita de Corea y Japón cuatro años antes, pero entonces el fútbol gallego estuvo sobradamente representado gracias a la participación, bajo las órdenes de Camacho, de cuatro deportivistas (Romero, Sergio, Valerón y Tristán) y el céltico Juanfran.

De Suárez a Otero

El fallido Mundial de Francia 98 no incluyó en la selección nacional a ningún galaico. Sí, en cambio, en Estados Unidos 94. Allí participaron el céltico Jorge Otero -fichado ese verano por el Valencia-, y el deportivista Voro. Y cuatro años antes, en el Mundial de Italia 90, Galicia había llevado la batuta de toda la selección. Luis Suárez era su entrenador.