El Zaragoza consuma el descenso tras desaprovechar su última baza

Patricio Lagomarsino

DEPORTES

19 may 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

El Mallorca apuró hasta el final sus opciones de disputar la Copa de la UEFA (lo impidió la victoria del Racing ante el Osasuna), y lo hizo a costa de un Zaragoza que vuelve a Segunda cinco después tras caer 3-2 en el Ono Estadi, en una tarde de tragedia y drama para los aragoneses. Los dos goles del brasileño Ricardo Oliveira no fueron suficientes para impedir el hundimiento de un Zaragoza que luchó hasta el final, pero que se encontró con un rival muy motivado, que acarició el sueño europeo hasta los instantes finales del partido.

El gol de Daniel Güiza (min. 14), con la colaboración involuntaria de Sergio Fernández, supuso un punto de inflexión en el partido. Todo ello, con una lluvia incesante, un campo resbaladizo y un rival bien situado atrás, esperando el momento de sentenciar, dibujó un panorama muy complicado para los visitantes.

El Zaragoza presionó bastante, pero no logró crear ocasiones claras de gol, con excepción de un fallido remate del argentino Pablo Aimar (min. 42), que no encontró la manera de darse la media vuelta para atrapar un balón suelto en el área balear.

Bien marcados Ricardo Oliveira y Diego Milito, el equipo de Manolo Villanova lo intentó por las bandas, a través de Sergio García y Pablo Aimar, pero sin mucha fortuna. Cuando el Mallorca más apretaba para ampliar el marcador, Oliveira (min. 55) cabeceó con maestría para empatar el partido (1-1), resultado que cambió todo el panorama (el Zaragoza se salvaba y el Mallorca se despedía de la UEFA). Pero eso duró diez minutos, cuando Webó (min. 65), también de cabeza, volvía a situar a su equipo por delante.

Con el partido totalmente roto, en los instantes finales marcaron Castro, que había sustituido a Webó, y de nuevo Oliveira. El público ya sabía que el sueño europeo era una quimera. En el Zaragoza, sus jugadores se desplomaron sobre el césped. Estaban en Segunda, y nada ni nadie los podía consolar.

Incidentes en el aeropuerto

Un grupo de aficionados increpó a los jugadores maños a la llegada al aeropuerto mallorquín, desde donde partió el avión hacia Zaragoza. Unos individuos lanzaron botellas y asestaron puñetazos al autobús que trasladaba al equipo y profirieron gritos en contra de los jugadores. La policía dispersó a los aficionados.