Un joven de la cantera del Arenteiro carballiñés fallece en el vestuario

DEPORTES

16 mar 2008 . Actualizado a las 18:15 h.

La tragedia ha vuelto a azotar en el espacio de pocos meses al Club Deportivo Arenteiro y al mundillo del fútbol de la villa ourensana de O Carballiño, que a finales del 2007 lloraba la muerte en accidente de tráfico de un ex jugador y entrenador de la escuela municipal de fútbol, como era Faustino Pérez, Fusi .

Otro duro golpe estremeció ayer a la sociedad carballiñesa, con el fallecimiento de José Manuel Soto Quesada, un joven valor de la cantera local que además de hacer sus pinitos en el deporte rey colaboraba con una agencia de noticias, transmitiendo informaciones balompédicas.

El futbolista aficionado, de 21 años recién cumplidos, participó en los últimos minutos del enfrentamiento de la Tercera Autonómica ourensana, entre el Arenteiro B y el Cea, en el campo de Espiñedo. A la finalización del partido y, junto al resto de sus compañeros, se disponía a ducharse cuando se desplomó en las dependencias del vestuario local. Tanto los integrantes del club deportivo como su propia hermana, que había acudido a presenciar el choque y es enfermera de profesión, intentaron reanimarlo. Pero cuando llegaron los servicios médicos e incluso un helicóptero para trasladarlo a un centro asistencial, el joven ya había fallecido ante el estupor de todos los presentes.

Se manejó en un primer instante la posibilidad de una parada cardiorrespiratoria, si bien el joven padecía diabetes y esa es otra circunstancia que se estudiaba como desencadenante de la repentina muerte, pendiente a última hora de la noche el dictamen definitivo del forense.

Ese repentino e inesperado desenlace sacudió con fuerza a sus amigos y compañeros, así como a familiares y vecinos, máxime cuando al no realizarse el traslado a un hospital, fue necesario esperar durante más de dos horas en las instalaciones del campo de fútbol, hasta que la autoridad competente decretara el levantamiento del cadáver.

En poco tiempo, varios de los jóvenes jugadores de la cantera carballiñesa recibieron otro mazazo importante y la consternación se apoderó de una tarde que había comenzado con las perspectivas de un derbi de rivalidad local. Puesto que la noticia se expandió por la villa en un santiamén, fueron muchas las personas que pasaron por el recinto balompédico, minutos después del final del partido.