Los blanquiazules han enderezado el rumbo en casa y los hispalenses han logrado 13 puntos de 15 posibles
01 mar 2008 . Actualizado a las 18:12 h.El primero de los tres equipazos que medirán fuerzas consecutivamente con el Deportivo, y quizá el más temible, llega esta tarde a Riazor. El Sevilla es el rival más en forma del campeonato y este partido la antesala de otros dos exámenes para los de Lotina: el del Valencia, semifinalista de la Copa del Rey, y el del Real Madrid, líder de la Liga.
Nadie en su sano juicio puede exigirle a este Deportivo, penúltimo, que, como antaño, salve esos obstáculos con nota, pero de la capacidad de los blanquiazules para capear discretamente el temporal y mantenerse en pie después de esta triple avalancha dependerá en buena medida su futuro en el torneo.
El Sevilla es un caballo desbocado que campa ya sin control por la Liga adelante con similar protagonismo al que tuvo la temporada pasada. Este equipo se parece muy poco al que despachó el Deportivo en el Sánchez Pizjuán durante la primera vuelta. Llega a Riazor en su mejor momento y ávido de venganza.
La prepotencia de su presidente Del Nido, que auguró esta semana el triunfo en Riazor y el acceso a puestos de Liga de Campeones, es solo una muestra del nivel de confianza general del grupo. Por tanto, este rival es la piedra de toque perfecta para comprobar si la mejoría experimentada por los blanquiazules frente al Espanyol es una realidad sólida.
Además, el Dépor tiene la receta para pararle los pies. Según comentó esta semana en La Voz de Galicia José Luis Ribera, segundo entrenador de los coruñeses, la línea debe ser la exhibida en el Pizjuán durante la primera vuelta: intensidad defensiva y rapidez en el robo del balón y en la salida al contragolpe. Es preciso también anular las bandas del rival, las más peligrosas de la Liga, obligándole a salir por el centro al inicio de cada jugada.
El Sevilla no se va a encontrar enfrente al Deportivo timorato y desequilibrado de la primera vuelta del torneo. Este es un Dépor mucho más firme desde su defensa de cinco hombres, que intentará neutralizar a los atacantes nervionenses, cuya alineación es todavía una incógnita porque Manolo Jiménez, su entrenador, podría dar descanso a algún atacante por la trascendencia del duelo del próximo martes con el Fenerbahçe turco en la Liga de Campeones.
El Sevilla se juega el pase a cuartos de final en la máxima competición continental y esa debería ser también una baza a favor de los coruñeses, centrados únicamente en la Liga. Pero sin perder de vista la entidad y el momento de forma del rival, pues los andaluces llegan en una dinámica deportiva espectacular, después de haber logrado 13 puntos de 15 posibles, lo que los ha situado a solo dos del cuarto puesto. Un buen partido ante un equipo tan poderoso sería una inyección de optimismo para el Dépor en un momento clave del campeonato.