El comprensible malestar que las palabras de Del Nido causaron en el ambiente coruñés no debe rebajar ni un ápice la ilusión que existe por vencer al Sevilla en Riazor, campo por el que pasó el equipo andaluz durante medio siglo con más pena que gloria. Lo que ahora dijo el abogado Del Nido no tiene por qué influir en los ánimos de los jugadores deportivistas, ahora más fortalecidos por la victoria sobre el Espanyol. La desafortunada frase del mandatario sevillista hay que ignorarla, dejarla pasar de largo, porque entrar al trapo sería caer en la trampa de una polémica y caer en un clima de nervios que al Deportivo no le traería nada bueno, sino lo contrario.
Todavía ayer hablaba Lotina sobre ese tema tan candente del descenso: «No va a descender la peor plantilla, va a descender el equipo que pierda los papeles, que se ponga más nervioso, que no haga las cosas bien, y por lo menos nosotros tenemos que hacer las cosas bien», declaró el entrenador deportivista que de fútbol y descensos tiene experiencia.
Volviendo al presidente del Sevilla, su frase no es nueva porque eso de dormir el sábado en Liga de campeones y el domingo noche verte fuera de la cama, está siendo muy repetida a lo largo de la temporada.
Más filosofía encierran las palabras de Lotina afirmando que no descenderá el peor de los equipos sino aquel que antes pierda los nervios? y no sume los puntos necesarios. Esto último no lo dijo Lotina porque ya es sabido de todos.