Las cercanías de París serán hoy el escenario de la puesta de largo del nuevo proyecto de Renault y de Fernando Alonso, que tras un año de traumática separación se han unido para volver a luchar juntos en fórmula 1. En el R28, el bólido que se presenta en Boulogne Billancourt, se materializa el renacimiento deseado por la escudería francesa.
Sobre el escenario del Square Com irán apareciendo el mánager, Flavio Briatore, y los responsables técnicos, pero serán el R28 y Alonso las grandes atracciones como símbolos del cambio. La dinámica ganadora del equipo se rompió con la salida del español en octubre del 2006 tras conseguir su segundo título de campeón del mundo consecutivo, aunque su marcha no fue la única causa de la caída de Renault. El adiós del asturiano se debió, sobre todo, a que el futuro de la escudería estaba en duda y Alonso prefirió la solidez del proyecto de un clásico como McLaren-Mercedes.
Los resultados de Renault al inicio del 2007 certificaron la sensación creada ya en pretemporada. Falta de adaptación a los neumáticos Bridgestone, errores aerodinámicos y dos pilotos poco solventes.
Pero Renault ha dado un giro para invertir la tendencia perdedora y regresar a la élite, aprovechándose del descontento mutuo entre McLaren y Alonso.
Desde mayo del 2007, ante los malos resultados del R27, Renault estuvo preparando un R28 competitivo, que se estrenó sobre el asfalto el 21 de enero en el circuito de Cheste, en Valencia, con resultados óptimos. Aunque falta aún mes y medio para el inicio del campeonato en Australia el 16 de marzo, el R28 estuvo cerca de McLaren, aunque más lejos de Ferrari.
Alonso podrá explicar en París con más detalle cómo analiza un coche que probará en Barcelona de nuevo a partir del viernes, un monoplaza que es más estilizado que su predecesor y que recibirá hoy todos los flashes.