La vuelta de un técnico metódico y poco mediático

K.N.

DEPORTES

28 ene 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Nunca le llovieron excesivos elogios. Tampoco es que le importase mucho. Irureta (Irún, 1948) nunca se asomó como el fichaje mediático de un club, pero sí logró siempre asentarse como el remedio metódico de cualquier presidente en la búsqueda de trabajo y honestidad. El Deportivo vio en Lotina su símil en el banquillo, pero hay historias que parecen irrepetibles. Esas caminatas por el paseo marítimo, esas misas en Salesianos, ese «bos días, buenos días» que abría las ruedas de prensa, esas discusiones con Paco Melo, su prolongación en A Coruña, sobre Schopenhauer. La nostalgia viste gabardina raída y corbata al viento. Desde 1996, hasta el 2005, el año que dejó A Coruña, Javier Irureta mantuvo siempre a su equipo entre los diez primeros. En el periplo norteño, Real Sociedad, Celta y Dépor se arrimaron a los más grandes, sacudiendo la bipolaridad Madrid-Barcelona ante la mirada atónita del prójimo. El éxtasis llegó en el 2000, con el campeonato liguero blanquiazul, y dos años después con el mismo equipo, el centenariazo madridista de la Copa del Rey.

En medio, un cabezazo de Djalminha en su rostro y las insolencias de Tristán, entre muchos episodios que llenaban su solitaria habitación de un hotel cercano a Riazor. Karpin (que no es dudoso en lanzar elogios gratuitos) se refiere a Irureta como el mejor entrenador que tuvo nunca. Con el irundarra, el Celta alcanzó Europa y firmó una de las mejores temporadas que recuerda Balaídos en toda su historia. Luego, llegó Víctor Fernández y aprovechó los restos.

Pero el fútbol es caprichoso. Tras un paréntesis en el que se alternó el descanso con un fulgurante paso por el Betis, Irureta regresa a los banquillos pocas semanas después del cese de Víctor en su propia casa. Jabo llega a Zaragoza, como siempre, sin mucho ruido. Ayer empató (pudo haber ganado) en Santander, en su debut. Hace unas semanas le propusieron ser el seleccionador de Irán. No quiere ruido. Si en vez de Irán hubiese sido el Real Unión de Irún...