Inglaterra, Francia e Italia se juegan su prestigio y su futuro en cinco días después de ofrecer una pésima imagen durante la fase de clasificación. El combinado británico tiene muchas opciones de quedarse fuera de la Eurocopa de Austria y Suiza, algo que no sucede desde hace 23 años, cuando no acudió a la cita de Francia 84. Ahora, Inglaterra, que ha recuperado a David Beckham, depende de Rusia después de naufragar con estrépito en Moscú hace un mes. La selección de Guus Hiddink remontó el partido (2-1) para depender de sí misma en los dos últimos encuentros y dejó a Inglaterra en la cuerda floja.
Rusia necesita ganar en Israel (que no podrá contar con el ex racinguista Benayoun) y en Andorra para repetir participación en una cita continental. En cambio, Inglaterra sólo jugará un encuentro en Wembley el próximo miércoles. El rival será Croacia, un rival que tiene casi asegurada la clasificación. Sólo necesita sacar un punto ante Macedonia o los pross.
El grupo B parecía, a priori, un paseo militar para Francia e Italia. Pero Escocia tenía que amargar la clasificación a los dos finalistas del último Mundial. De forma sorprendente se ha colocado en segunda posición con 24 puntos, entre Francia (primera con 25) e Italia (tercera con 23). Ahora, los británicos y la azurra se jugarán un puesto en Glasgow. Si el conjunto de Alex McLeish vence, logrará la clasificación matemática; entonces, Italia dependerá de lo que haga el miércoles Francia en Ucrania, ya que se presume una victoria fácil contra las Islas Feroe. Si se produce un empate, Escocia estará en manos de lo que hagan las dos selecciones que visten de azul. Por su parte, Francia tiene que ganar o empatar (si Italia cae en Glasgow) contra Shevchenko y compañía.
Turquía o Noruega
Polonia y Portugal, que comandan el grupo A, necesitan un punto. Tendrán dos oportunidades: los polacos del trotamundos Leo Beenhakker contra Bélgica y Serbia y los lusos contra Armenia y Finlandia. En el grupo C, todo se decidirá este sábado en Oslo.
Grecia ya logró la clasificación y la oportunidad de defender el título logrado en Portugal en Turquía. Ahora, los otomanos tienen que medirse a Noruega. Uno de los dos se clasificará, aunque el equipo de John Carew parte con ventaja. Les valdría un empate y una victoria en Malta cuatro días más tarde. En cambio, Turquía debe vencer a los escandinavos y después ganar a Bosnia-Herzegovina en Estambul.