Mourinho reclama al Chelsea una compensación de 35 millones

AFP

DEPORTES

21 sep 2007 . Actualizado a las 04:16 h.

El adiós de José Mourinho como entrenador del Chelsea tuvo el efecto de una bomba esperada. Los decepcionantes últimos resultados de su equipo y sus tensas relaciones con el dueño del club, Roman Abramóvich, derivaron en un comunicado del club londinense en el que se insiste que la ruptura de la relación se alcanzó de mutuo acuerdo, tras una reunión de crisis en la noche del miércoles. El último empujón lo dio, al parecer, el mal arranque en la Liga de Campeones, en el que el Chelsea empató en casa (1-1) con el Rosenborg.

El director de fútbol del club, el israelí Avram Grant, y Steve Clarke, uno de los ayudantes de Mourinho, se harán cargo del equipo, aunque el Chelsea no aclaró si los designados ocuparán los puestos de forma permanente. La primera prueba de fuego será el partido del próximo domingo en Old Trafford frente al Manchester United.

Mourinho, que tenía contrato por tres temporadas más, reclama una una compensación cercana a los 35 millones de euros (5.800 millones de pesetas). Según la BBC , los abogados de ambas partes ya trabajan en una indemnización que incluirá cláusulas de confidencialidad. En su despedida, el entrenador portugués llegó muy pronto, a las siete y media de la mañana (hora británica), al centro de entrenamiento de Cobham para vaciar su despacho y decir adiós al personal del club. Después, esperó a sus futbolistas, antes de abandonar las instalaciones poco después de las 10.30 horas.

La historia de amor entre Mourinho y Abramóvich acabó repentinamente después de seis jornadas del campeonato en Inglaterra y un encuentro de Liga de Campeones. Las razones radican en las difíciles relaciones entre ambos. Al final de la temporada pasada, el técnico salvó su puesto después de un ejercicio que su patrón había tildado de decepcionante, a pesar del doblete en la Copa de la Liga y Copa de Inglaterra. «La razón por la que se ha tomado esta decisión es que creímos que la ruptura empezaba a afectar el rendimiento del equipo y los recientes resultados apoyaron esta perspectiva. No quisimos que esto continuara o afectara al club más», señaló ayer el club en un comunicado emitido a media tarde.

Esta pretemporada el portugués no logró los refuerzos que demandaba para su plantilla y sentía que no tenía las manos libres. La llegada en junio de Avram Grant, ex seleccionador de Israel, como director del fútbol no mejoró el conflicto.

Un israelí, nuevo técnico

El magnate seguía reprochando públicamente la falta de espectáculo y de goles. Esperaba que el técnico lograra un fútbol más ofensivo y atractivo con los 1.000 millones de dólares (714 millones de euros) que invirtió en el club desde el 2003. También acusaba a Mourinho de no dar oportunidades a Shevchenko, de quien es íntimo amigo y cuya compra al Milan costó 45 millones de euros. Para el gusto del ruso, el técnico portugués apostó «demasiado a número seguro», según se escuchaba a menudo en Londres.

Pese a la marcha del portugués banquillo, el Chelsea está lejos de haber recuperado la calma. Aunque está confirmado que Grant dirigirá al equipo en Manchester, la bienvenida al israelí está aun por ver. Pat Nevin, ex jugador del Chelsea, ya ha comentado con cierta ironía que Avram Grant va a ser tan bienvenido como Camilla Parker Bowles en un homenaje a Diana de Gales. Entre los favoritos al banquillo de Stamford Bridge estaría el ex seleccionador alemán Klinsmann, quien ya sonó como incorporación durante el verano. También se habla del holandés Hiddink, actual seleccionador ruso, o del francés Deschamps, ex técnico del Juventus. Incluso un español entra en las quinielas, el sevillista Juande Ramos.