Ávila cambia a Efimkin por Sastre en el podio y refuerza a Mosquera

DEPORTES

21 sep 2007 . Actualizado a las 03:59 h.

La gran batalla comenzó antes de Abantos. Arrancó ayer, camino de Ávila, a cien kilómetros de meta, cuando el CSC asfixió a los favoritos. El Caisse d'Epargne había movido bien sus fichas, poblando escapadas y situando a Karpets por delante de los ilustres. Pero al equipo de Echávarri y Unzué le falló lo más importante: Efimkin. El ruso y Beltrán fueron las víctimas de una jornada que dejó a Sastre en zona de podio y que reforzó a Ezequiel Mosquera entre los elegidos.

En el puerto de Mijares el CSC tiró con Vandevelde, Sorensen y Gustov. «Parecía el tren del Milram preparando un esprint», contaba Mosquera. Sastre demarró con un ataque cortante y Menchov se fue a por él. El líder se llevó a ilustres como Evans, Samuel Sánchez y Mosquera. Fue el comienzo de la fuga más selecta. Y el fin para Efimkin. Se quedó atrás. Como Beltrán. El ruso ha pasado de la segunda a la quinta plaza. Sastre accede al tercer puesto. Y Mosquera sigue sexto, pero volvió a llegar escoltando al jersey oro y está a ocho segundos de Efimkin.

El otro protagonista del día fue Luis Pérez. Por la mañana anunció su retirada del ciclismo. Después, pasó junto al autobús del Karpin y el mecánico Gonzalo Aguiar le dio un pin del equipo. «Te va a dar suerte, va a ser tu día», le dijo. Acertó. El corredor del Andalucía se despidió con un triunfo en Ávila. Arrancó en el adoquinado mientras el resto de fugados dudaban y avanzó hacia el triunfo. Se encontró con corredores doblados de la cola del pelotón, ya que el tramo final incluía dos vueltas a un circuito. «Me animaron mucho», decía Pérez.

David García fue el segundo mejor gallego. Entró en el puesto dieciséis y ocupa la plaza 29 en la general. «Ayer me sentí mucho mejor. Podría haber cogido la escapada de Ezequiel, pero pinché y se me fueron. Es una pena, porque no pude ayudar», decía. El marinense conoce a Efimkin de la Volta a Portugal. «Hay que atacarlo bajando. Baja muy mal», indicó. Quizás. En Abantos y con lluvia, como recuerda Sastre, puede pasar cualquier cosa.