Bettini vence a Freire en el esprint de la tercera etapa

Redacción digital

DEPORTES

Óscar Pereiro se mostró muy activo en el final de la jornada y demostró estar recuperado de la caída.

04 sep 2007 . Actualizado a las 04:01 h.

El campeón del mundo Paolo Bettini ha vencido en la tercera etapa de la Vuelta a España que ha terminado en Luarca. El italiano ha podido con Óscar Freire en la llegada al esprint y se tomó la revancha de la etapa de ayer en Santiago.

En la última jornada de la Vuelta por Galicia (la etapa partió de Viveiro), Óscar Pereiro demostró en el final de la prueba que está recuperado de la caída que sufrió ayer, ya que probó en el último kilómetro con un par de ataques. La jornada ha vuelto a estar marcada por las caídas, como la que sufrió Haimar Zubeldia, que ha tenido que retirarse.

Bettini, campeón olímpico y mundial, aplicó astucia, táctica y fuerza para anotarse un reducido esprint por delante de Freire, que logró mantener el jersey oro en vísperas de la etapa de los Lagos. Freire terminó con sus ilusiones encerradas contra la valla tras una maniobra del corredor de Livorno. La tercera plaza fue para el australiano Allan Davis, del Discovery, que lanzó el esprint.

Otra jornada con protagonismo de los modestos. Tres gladiadores del pelotón como David de la Fuente (Saunier Duval), supercombativo del Tour 2006, el jersey de la montaña Serafín Martínez (Karpin) y Ángel Vallejo (Relax) se marcharon por delante apenas abandonada Viveiro, con el beneplácito del Rabobank, que no veía peligro alguno entre los expedicionarios.

El trío español hizo la transición de Galicia a Asturias en un sube y baja constante por los puertos lucenses, entre curvas y un molesto viento de cara que ponía plomo en sus pedales. La ventaja, que llegó a alcanzar 3.50 minutos, se estabilizó en torno a los 2.30, suficiente para que los hombres de Freire no sufrieran excesivo desgaste.

La escapada quedó sentenciada nada más pasar el Alto de Babia (3ª), a 33 kms de meta, en un descenso que terminó de romper el pelotón en mil pedazos. Boonen y Petacchi perdieron terreno respecto al resto de esprinters.

El Euskaltel vasco animó el cotarro. Siete hombres tirando a bloque anularon cualquier acto de osadía. En el fragor de la batalla Haimar Zubeldia tocó un cono de señalización y aterrizó en el asfalto. El quinto clasificado en el Tour, lastimado, se volvió a subir a la bici y llegó a 11 minutos del ganador, pero se fue directo al hospital.

Batalla sin cuartel camino de Luarca, el pueblo natal del insigne español Premio Nobel de medicina Severo Ochoa. El Quick Step tomó el mando para llevar a Bettini hasta el peligroso kilómetro final, con un apetitoso repecho de 700 metros al 7 por ciento de desnivel, con curvas, ideal para el campeón olímpico y mundial. La ocasión no la podía desperdiciar el cuadro belga, que no permitía intrusos en las primeras plazas.

Ultimo kilómetro. Los mejores en llegadas estrechas y empinadas se presentaron al duelo final. Terreno explosivo no apto para la mayoría de esprinters puros ni para los favoritos, que no se juegan la piel en estos lances. Ahí estaba Freire, muy atento, Allan Davis, el italiano Rebellin y por supuesto Bettini, que saltó a falta de 80 metros para imponer la ley de la experiencia y la calidad, por eso lleva el maillot arco iris.

Freire trató de adelantar al grillo por el exterior, pero ya se encargó el italiano de poner el cartel de cerrado. protestó el cántabro brazos en alto, al tiempo que los alzaba Bettini como vencedor. Tal y como se veía venir.

La Vuelta llega a los Lagos de Covadonga, lugar de leyenda, con la disputa de la cuarta etapa que comenzará en Langreo y completará 185 kilómetros. Antes de llegar al puerto decisivo los corredores habrán de afrontar el Alto de la Faya de los Lobos (2ª) y el de La Llama (3ª). Se producirá la primera selección entre los favoritos.