El Celta necesita cortar su peor racha ante el Madrid en casa

M. Groba VIGO

DEPORTES

ÓSCAR VÁZQUEZ

Los blancos acumulan en Vigo cuatro triunfos tras cinco derrotas

23 mar 2007 . Actualizado a las 06:00 h.

Después de lograr en la primera vuelta la proeza de ganar dos temporadas consecutivas en el Santiago Bernabéu, algo que no conseguía desde el año 1942, el Celta quiere seguir siendo la bestia negra del equipo blanco y dentro de ocho días intentará romper en Balaídos su peor racha histórica de resultados como local ante el conjunto merengue. Si consiguiesen la anhelada victoria ante el equipo de Fabio Capello, los celestes matarían dos pájaros de un tiro, ya que además de romper su peor racha de resultados en Vigo desde la fundación del club pondrían además fin a una racha de cuatro derrotas ligueras consecutivas ante el Madrid en Balaídos. Ganas de revancha En sus últimos cuatro enfrentamientos ligueros como locales los olívicos sólo han sido capaces de anotar un gol a los madrileños. Ocurrió la temporada pasada en el último enfrentamiento en Vigo entre los dos equipos. El partido se jugó el 30 de enero del año pasado y curiosamente Lequi logró el tanto del empate, cinco minutos antes del descanso, después de un madrugador gol de Robinho en el minuto 16. Desgraciadamente once minutos después de la reanudación Cicinho firmaría el 1-2 definitivo y echaría por tierra las ilusiones de los locales. La plantilla celeste aún tiene muy fresco en la memoria ese último enfrentamiento en Vigo con el Madrid, tras el cual López Caro reconocía abiertamente en sala de prensa que el Celta había sido netamente superior a su equipo. Los jugadores aún tienen ganas de revancha tras pagar un precio muy alto por su falta de puntería de cara a la meta contraria y un clamoroso error arbitral después de haber jugado sin duda su mejor partido de lo que iba der competición. La primera derrota celeste del 2006 fue ante el Madrid y dejó un sabor especialmente amargo porque el Celta dispuso del triple de oportunidades que los blancos pero sólo logró transformar una. En ese partido el colegiado Teixeira Vitienes anuló un gol fantasma a Silva, que hubiera significado el empate, después de que Casillas despejara un balón que ya había traspasado la línea de gol. Para colmo de desgracias en esa misma jugada acto seguido Ángel estrelló el balón en el palo. Ese encuentro supuso la cuarta derrota consecutiva del Celta en casa ante el Madrid, algo que jamás había ocurrido en los 45 enfrentamientos entre ambos equipos en Vigo desde 1939, con un balence de 22 victorias locales, diez empates y 13 triunfos visitantes. Tras el paréntesis del año en Segunda, los tres choques anteriores en Balaídos se habían saldado con un 0-2 en la temporada 2004/2005 y dos victorias madridistas por la mínima (0-1) en las campañas 02/03 y 01/02. Lustro prodigioso Curiosamente esas cuatro derrotas ligueras en Balaídos tuvieron lugar después de la mejor racha del Celta como local ante el Madrid. Entre la temporada 96/97 y la 00/01 el equipo olívico cosechó por primera y única vez en la historia cinco victorias consecutivas en Balaídos ante los blancos. En ese lustro dorado se registraron además las tres mayores goleadas que el Madrid encajó en Vigo (5-1 en la temporada 98/99, 4-0 en la 96/97 y 3-0 en la 00/01). Esa racha histórica de triunfos comenzó en la última jornada de la Liga 96/97, con Castro Santos en el banquillo vigués. El Celta se despidió de la competición con una goleada antológica (el mencionado 4-0) en un partido que necesitaba ganar para mantener la categoría. Por motivos obvios fue la victoria ante el Madrid más festejada en Balaídos. Al año siguiente, con Javier Irureta como entrenador del equipo vigués, el Celta se imponía por un ajustado 2-1 al Madrid en la jornada 33. Luego, con Víctor Fernández en el banquillo, llegaron las otras tres victorias como locales ante el equipo merengue (5-1 en la jornada 29 de la Liga 98/99, 1-0 en la 13 de la 99/00 y 3-0 en la 33 de la 00/01).