El equipo danés CSC anunció ayer por medio de su director deportivo, Bjarne Riis, que realizará 800 controles antidopaje suplementarios durante los entrenamientos en su afán de luchar contra la toma de productos dopantes. Un médico independiente controlará a todos los corredores del CSC a partir de diciembre, con el fin de luchar contra el consumo de epo y nesp, para lo que tiene destinado un presupuesto de 500.000 euros. El CSC, que la próxima temporada liderará Carlos Sastre, se muestra preocupado por el daño a su imagen derivado del caso de su ex jefe de filas, el italiano Ivan Basso, privado de disputar el pasado Tour de Francia por su implicación en la operación Puerto, la red de dopaje desmantelada en España el pasado mes de mayo. El conjunto danés pondrá los resultados de sus controles a disposición de la Agencia Mundial Antidopaje y de la Unión Ciclista Internacional. Los errores del pasado Bjarne Riis, el director, no está dispuesto a que su equipo vuelva a ser protagonista de episodios relacionados con el dopaje y celebra las medidas adoptadas. «En el pasado cometimos muchos errores. Hemos de devolver la credibilidad al ciclismo», dijo. Riis tiene plena confianza en que la fórmula que pondrán en marcha contribuirá a la lucha contra el dopaje. Está persuadido de que el sistema hará que aquellos que tengan la tentación de doparse se lo piensen antes de caer.