Durante dos días, los raiders recorrieron más de 100 kilómetros en kayak, bicicleta de montaña, nadando, haciendo orientación o tirando con arco
24 sep 2006 . Actualizado a las 07:00 h.No hará falta volver a echar mano de lo que curran los futbolistas. Ya han tenido bastante en los últimos días con el título del mundo de los baloncestistas. En cualquier caso, no les vendría mal conocer de lo que son capaces unos deportistas que practican el raid, un deporte que está en el límite de la capacidad humana tanto en esfuerzo como en sufrimiento. Sesenta y tres de estos superhombres y supermujeres participaron el pasado fin de semana en Pontevedra en el primer campeonato ibérico de raids de aventura. A las ocho de la mañana del sábado afrontaron la primera sección en la playa de Raxó con una regata de kayak de mar; después, se subieron a la bici de montaña para realizar una prueba de gran dureza. Luego, afrontaron una especial de orientación a pie, en la que sin duda fue la prueba más dura y difícil de la primera jornada. Pero aún les quedaría por librar una durísima batalla en el embalse del Pontillón de O Castro, en la que estos deportistas se echaron entre pecho y espalda las pruebas de treking, natación, rápel y tiro con arco, para después afrontar otra sección con bicicleta de montaña y vuelta a las kayaks para competir en las tranquilas aguas del río Lérez, desde Bora a Pontevedra, donde todavía les quedaba por completar la jornada con la especial de orientación en la Illa das Esculturas. Sólo fue un día. Al siguiente, otro tanto, pero con lluvia. Ganó el Gallaecia Bugarent de As Pontes, seguido del Norte de A Coruña. Tercero fue Abarth-Teba, de Madrid.