Pereiro desafía su destino en el terreno de Landis

La Voz B. U. | MÂCON

DEPORTES

ÓSCAR VÁZQUEZ / ENVIADO ESPECIAL

Ambos se juegan el triunfo en el Tour en una crono de 57 kilómetros

21 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Carlos Sastre se acercó a Óscar Pereiro y le preguntó: «¿Estás enfadado por lo de Morzine?». El corredor gallego le respondió: «No estoy enfadado con nadie. No estoy de acuerdo con tu forma de actuar. Yo tengo muchos amigos en el pelotón». Ahí se acabó la discusión. Óscar, el líder; Carlos Sastre, segundo; y Floyd Landis, tercero en la general, se van a jugar la victoria en el Tour de Francia en la penúltima etapa, una contrarreloj de 57 kilómetros que no había tenido tanta emoción desde 1989. Entonces, cuando Lemond le ganó a Fignon, la sorpresa fue total. Ayer nadie hablaba de una etapa de transición con final en Mâcon, en la que Tosatto conseguía el primer triunfo italiano en este Tour y también el primero para el Quick Step. Lo importante es que dos españoles se van a jugar el Tour frente a Landis. No parece que Kloden pueda acercarse al podio. Es una contrarreloj que se va a correr con el corazón, en la que las referencias sólo van a resultar un baremo que podría no ser determinante. Hay que insistir en que Floyd Landis es el que aporta mejores datos. En la crono de 52 kilómetros, aventajó en 1.10 a Sastre y en 1.40 a Pereiro. El año pasado, en la que cerró el Tour, sacó 1.08 a Sastre y 1.23 a Pereiro. No son unas diferencias abismales, y un día malo, para cualquiera de los tres, podría significar un movimiento en el cajón del podio. Parece que Landis es superior, pero tampoco se puede decir que su dominio haya resultado avasallador. No es Armstrong y la contrarreloj va a ser de fuerza, no de especialistas. Pero la pugna que esperamos en España es la de Pereiro y Sastre, dos corredores muy distintos. El gallego es más visceral, el abulense es frío, más reflexivo y menos expresivo que Óscar. Sus vidas deportivas tampoco tienen nada en común. Carlos Sastre fue un aficionado de postín, que tenía ofertas para pasar a profesionales de los dos mejores equipos españoles de aquellos años. Óscar Pereiro tuvo que emigrar a Portugal. Años después, los dos coinciden en la lucha por el Tour. Después de tres semanas de carrera van a contar las reservas que tenga cada corredor. Este Tour ha dado tantas vueltas que tampoco podemos descartar que dé una más. Además, Pereiro es un guerrero capaz de cualquier desafío. Nunca se había dado el caso de que dos corredores españoles se vayan a jugar la ronda francesa en la última contrarreloj. El invitado de última hora, Floyd Landis, está convencido de que puede ganar el Tour. «La victoria en Morzine me permitió entrar de nuevo en la carrera. No quiero desaprovechar la ocasión que se me presenta. Igual el próximo año no estoy en el ciclismo», dijo en referencia a los problemas de cadera que le harán pasar por el quirófano. Bjarne Rijs, director del CSC, tuvo un comportamiento extraño en la salida de Morzine. Sobre el danés llovieron las ayer las críticas por la falta de colaboración de su equipo con el Illes Balears para dar caza a Landis. Preguntado sobre si Carlos Sastre había perdido el Tour en esa etapa respondió: «El Tour todavía no se ha acabado». Y se dio media vuelta. ¿Será verdad?