Entrevista | Pablo Álvarez Núñez | Su lesión le ha impedido comenzar la pretemporada con el grupo, pero es optimista con respecto a su regreso y al papel del Dépor en la temporada que ahora se inicia
16 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Controla la cadencia de sus palabras como quien pisa la bola sobre el césped. En público se empeña en demostrar sus ganas de volver a jugar, esta vez con la camiseta del Deportivo, tras haberse roto la tibia y el peroné aún como jugador del Sporting de Gijón. Pablo Álvarez (Oviedo, 1980) se añade a la cuota gallega en el equipo blanquiazul. -Normalmente soy así. Pero tengo mis momentos de carácter. Y en el campo soy totalmente distinto. -Vaya modo más raro de arrancar en su nuevo equipo. -La verdad es que sí. No es lo normal ni como yo me lo hubiera esperado. Llegar en plena fase de recuperación... Pero así han sido las circunstancias y lo que tengo pensado es recuperarme lo antes posible y responder a la confianza que han depositado en mí. -Cuando se lesionó, ¿pensó que si iba todo al garete? -No. Lo único que pensé es en recuperarme lo antes posible y mirar hacia delante, porque ya no se podía hacer nada. Es un golpe como otro cualquiera y a mí nunca me han regalado nada. -Menos mal que ya lo tenían arreglado. -Sí, pero también por eso se hizo. Las cosas son así en el fútbol. Puedes tener la mala suerte de que llegue una lesión, y yo la tuve. -¿Habló con Caparrós en aquel momento? -No. Hablé con el club. -¿Y ahora? -Sí. Me da la sensación de que es un hombre que quiere controlarlo todo, que le gusta trabajar. Creo que es lo que tiene que haber en el fútbol. Estoy encantado de estar a sus órdenes. -La gente se olvidará que estuvo lesionado cuando salte al campo. -Primero pienso en estar cuanto antes a disposición del entrenador. Pero sé que vengo de un equipo de Segunda División, tengo que ser humilde y trabajar muchísimo. Y tengo que buscar una oportunidad. Y si la encuentro, ponerle las cosas difíciles al entrenador e intentar aprovecharla. -El público lo adoptará como gallego en el año del centenario. -Galicia es mi casa igual que Asturias. Soy asturiano de nacimiento y siempre me he sentido asturiano, pero he vivido dieciocho años aquí y mis padres llevan treinta años y también me siento gallego. Que la gente me lo reconozca es agradable. -Ya no aguantaba más en Segunda. -Mi ilusión ha sido siempre jugar en Primera. Hace años que quería dar el salto. Por fin pude darlo y tengo muchísimas ganas de demostrarme a mí mismo que puedo jugar en Primera. -Parecía que se le había quedado pequeña la categoría. ¿Se siente preparado? -Llego en un buen momento a Primera. En los últimos años he evolucionado. -¿Recuperará el nivel que mostraba antes de la lesión? -Estoy completamente seguro de que me voy a recuperar perfectamente. -¿Qué impresión le da el Deportivo? -Creo que ya tenía una plantilla muy buena y está fichando gente de mucha calidad. Me parece un proyecto ilusionante porque está llegando gente joven y ambiciosa. Puede ser un buen año para todos. -Tras un año de transición, esta es la primera temporada de Caparrós, por así decirlo. ¿Hasta dónde cree que pueden llegar? -El Dépor es uno de los grandes de la Liga. Se nos puede exigir y creo que el equipo responderá. Pero las cosas se logran paso a paso y hay que ver al final de temporada dónde estamos. Tampoco creo que al principio de temporada sea el momento de establecer un objetivo. -Las referencias son necesarias. -Debemos ser ambiciosos. No ponernos techo. Aspirar a lo máximo posible. -Cuando le vea jugar a usted, la gente recordará a Víctor. Las comparaciones son inevitables. -Pero yo no puedo compararme a él, porque él es uno de los mejores de España en su puesto y tiene una trayectoria impresionante. Y yo vengo de Segunda, con una trayectoria distinta y tengo que intentar hacerme un nombre.