Landis y Menchov toman el mando en Pla de Beret

La Voz AGENCIAS | REDACCIÓN

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El americano se viste de amarillo en una etapa que ganó el ruso.

13 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Se buscaban candidatos a la sucesión para el trono de Lance Armstrong. Y, tal y como se esperaba, en Pla de Beret, los favoritos han tenido que poner sus cartas sobre la mesa. Denis Menchov logró la victoria en la etapa reina de los Pirineos. Y Floyd Landis se convirtió en el primer aspirante serio en hacerse con el maillot amarillo al arrebatárselo a Dessel por 8 segundos. Menchov culminó el gran trabajo realizado por el equipo Rabobank en los dos últimos puertos, con Rasmussen y Boogerd. Los dos corredores hicieron trizas al desgastado pelotón de esta carrera. El Ag2r de Dessel, que partía como líder, realizó una de esas etapas a las que tenía acostumbrado el Discovery Channel, que hasta el momento no ha aparecido en este Tour. En una gran jornada de montaña, Iban Mayo, que tenía puestas sus esperanzas en ganar una etapa, tuvo que abandonar, agotado, sin ninguna posibilidad de continuar en carrera. Óscar Pereiro fue otra de las víctimas de la etapa. Se dejó más de 26 minutos. La general de este Tour ha quedado muy perfilada. Los seis primeros clasificados están en tiempos de poder vencer, metidos en un abanico de 2 minutos y 29 segundos. La carrera se jugó en los dos últimos puertos, el Portillon y Pla de Beret, al menos entre los mejores de este Tour. El resto de la etapa tuvo como protagonistas a De la Fuente, Flecha, Camaño y Wegman, que comandaron la prueba hasta que el grupo de los elegidos aceleró. De la Fuente, gracias a esa escapada, se convirtió en el nuevo líder de la montaña, con 18 puntos de ventaja sobre Dessel. Lo más llamativo de la jornada es que apenas hubo ataques y, desde luego, ninguno de ellos fue sólido. En el Portillon era un grupo de 18 corredores el que se quedó delante. Dos equipos, el Ag2r, para defender a Dessel, y el T-Mobile, para Kloden, llevaron el peso del trabajo. Nadie se movió. Lo que contaba era no quedarse. Sólo Sastre, que se cayó en la bajada, alteró la armonía. El Rabobank realizó la última criba. Rasmussen, y luego Boogerd, dejaron a pocos supervivientes: Menchov, Sastre, un recuperado Leipheimer, Landis, Kloden y Cadel Evans. Un kilómetro después atacó Sastre y Menchov se fue a por él. Otro ataque de Leipheimer dejaría la etapa entre él, Landis y Menchov. La jornada reina de los Pirineos resultó, como la anterior, la etapa del miedo. Nadie sabía cómo estaba y todos vigilaban a sus rivales. La ausencia de los grandes favoritos está dejando ver las miserias y las grandezas de muchos corredores. Sastre estuvo con los mejores hasta el final. Haimar Zubeldia aguantó cerca de ellos. Discovery Channel no colocó a ninguno de sus ciclistas entre los 14 primeros y toda la fuerza del T-Mobile ha quedado reducida a Kloden. Menchov presentaba hace un año su candidatura para ganar la Vuelta a España y ahora ha hecho lo mismo con el Tour. A los 28 años ha llegado su momento. Llevaba dos temporadas preparando la ronda francesa. Una bronquitis y unas molestias en la rodilla le relegaron al puesto 85 en la general del 2005. Un año después, todo ha cambiado. O, al menos, de momento.