Mercado vence en Pau y Dessel se viste de amarillo

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

DEPORTES

FRANCK ROBICHON

Firmó en el estreno pirenaico el tercer triunfo español de este Tour.

12 jul 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

Pau sigue siendo territorio español. La localidad francesa que sirvió de escenario para el triunfo de Óscar Pereiro en el 2005, vio cómo Juan Miguel Mercado superaba a Cyril Dessel en la línea de meta. Mercado y Dessel culminaron con éxito una de esas fugas de quince corredores -la única que sobrevivió al control del T-Mobile y el Phonak- que se va desangrando con los kilómetros y que acaba en dúo. El español del Agritubel se llevó la victoria y el francés del AG2R Prevoyance se enfundó el maillot amarillo en un desenlace que, contra el tópico «para mí la etapa, para ti el liderato», no fue negociado porque Dessel quería todo el paquete. Así, Mercado ganó sin pactos y demostró que es un mal compañero en el esprint por parejas, ya que reeditó el éxito que ya había conquistado hace dos años en la ronda francesa, cuando se impuso a Vicente García Acosta en Lons-le-Saunier. La etapa fue un estreno pirenaico un tanto decepcionante para la dimensión épica que se le supone el Tour de Francia. El aficionado se esperaba montaña y se encontró con una especie de jornada de transición. Dio la impresión de que ayer se derrocharon cumbres pirenaicas de cara a la gran guerra de la general. Desde el inicio se vislumbró como territorio para los aventureros, cuya verdadera batalla se desencadenó en la ascensión al Soudet, y remanso de paz para los favoritos. Había demasiado trecho entre el último puerto y la meta como para que un ilustre lanzara un ataque. Sufrieron de forma prematura el italiano Damiano Cunego, el estadounidense Levi Leipheimer y el ucraniano Serhiy Honchar. Pero tuvieron margen suficiente para recuperarse de los esfuerzos invertidos en las rampas del Marie Blanque antes de llegar a Pau. Los ilustres, juntos El diseño del recorrido posibilitó que llegaran juntos y en son de paz Floyd Landis, Andreas Kloden, Óscar Pereiro, Carlos Sastre y Denis Menchov, todos a unos 7 minutos y medio de Mercado y Dessel, que llegaron a contar con 11 mintos de ventaja. Sin un favorito claro debido a las ausencias del italiano Ivan Basso y el alemán Jan Ullrich y sin un equipo que maneje el pelotón a su antojo, como sucedía con el Discovery en los tiempos de Lance Armstrong, muchos sienten que puede haber llegado su oportunidad y la táctica se impone a la audacia y el espectáculo. Honchar, al que le tocó tirar del pelotón a pesar de ir vestido de amarillo, perdió su anecdótico liderato, pero no fue a manos de uno de los supuestos candidatos al podio de París. Dessel se aupó al primer puesto de la clasificación y se hizo también con el liderato en la clasificación de la montaña. Iñigo Landaluze pudo haber participado en el reparto de gloria de Pau, pero el corredor del Euskaltel protagonizó un agónico quiero y no puedo después de perder de vista a los dos escapados. Cuando parecía tener a su alcance a la pareja de cabeza, volvían a abrirse las diferencias. Hizo la goma a distancia, pero en toda regla, moviéndose en una a veces esperanzadora y por momentos desesperante desventaja que se movía entre el puñado de segundos y el minuto. Al final, Landaluze tuvo que conformarse con el tercer puesto en la etapa y con la séptima plaza en la clasificación general. Fue la cara del Euskatel que tuvo en la enésima decepción de Iban Mayo su ya tópica cruz.