Ni Messi ni Tévez serán titulares frente al subcampeón africano
09 jun 2006 . Actualizado a las 07:00 h.Ya está aquí el grupo de la muerte. Argentina y Costa de Marfil abren hoy en Hamburgo las quinielas en la más competida de las luchas de esta fase inicial. No en vano, nadie es favorito en una liguilla que dejará fuera de los octavos de final a dos de estos contendientes: a una campeona del mundo (Argentina), o de Europa (Holanda), o al vigente subcampeón africano (Costa de Marfil), o a la revelación de la fase de clasificación en la zona europea (Serbia y Montenegro). Asustada aún por su fracaso en el 2002, cuando quedó apeada en la ronda de grupos, la selección albiceleste se agarra al librillo del profesor Pekerman, quien conquistó cuatro títulos mundiales desde el banquillo de la selección sub-20. En su convocatoria renegó de las vacas sagradas (Verón, Zanetti, Samuel, Kily), aún sabiendo que sólo cuatro de sus convocados (Sorín, Ayala, Crespo y Aimar) presumen de experiencia mundialista, y dio la oportunidad a Mascherano o a Maxi Rodríguez, titulares hoy, pero también a las estrellas emergentes Messi y Tévez. Ambos, sin embargo, serán hoy suplentes. «Buscamos un orden estratégico para jugar este torneo y el primer partido es muy importante», se explica Pekerman, cauteloso en extremo y sabedor de la bisoñez del nuevo proyecto que abandera, aún alejado de la manada de estrellas que juegan en Brasil. Sólo un buen resultado devolvería la plena confianza en su equipo a un país donde el fútbol trasciende a la religión y Maradona es dios. Pero Argentina no sólo debe preocuparse de encontrar su mejor versión, sino también de contrarrestar las virtudes de Costa de Marfil, uno de los combinados más sobresalientes de África. El combinado, llamado de los elefantes, es uno de los candidatos a convertirse en revelación del Mundial. «Hay que mantener los pies sobre la tierra. Yo bromeo diciendo que nuestra final es el partido ante Argentina... Pero es un choque muy importante», afirma su seleccionador, el francés Henri Michel, quien espera que sus jugadores se sobrepongan a los nervios del debut en una fase final mundialista y a los problemas de su país. Para el subcampeón africano, el torneo alemán llega en plena guerra civil, con el país dividido en dos desde el 2002. Drogba se erige en el verdadero líder de este combinado. Su olfato goleador se enfrenta hoy al de Hernán Crespo, su compañero y competidor por el puesto de punta de lanza en el multimillonario Chelsea de Abramóvich. De su acierto dependerá en buena medida el resultado final. Pero el duelo también trascenderá a los puntos en juego sobre el césped, pues se verán las caras los equipos emblema de casas comerciales antagónicas: Adidas (Argentina) y Puma (Costa de Marfil).