Valerón lleva un ritmo goleador inédito en su carrera

La Voz LA VOZ | REDACCIÓN

DEPORTES

CÉSAR QUIAN

Terminaría la Liga con siete tantos si mantuviese la línea actual

08 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

«Ya he marcado los dos goles de la temporada». Lo dijo en broma al regresar de Málaga, pero lo cierto es que Juan Carlos Valerón ya lleva un tanto más que en toda la Liga pasada, en la que sólo anotó uno. Si continúa con el promedio realizador actual, el canario terminará el torneo con siete, algo inédito en toda su trayectoria en Primera División. Juan Carlos es hombre de talento, pero no de goles. En sus nueve campañas en la máxima categoría nunca pasó de cuatro. Comenzó en la 97-98, en el Mallorca, con tres tantos, los mismos que hizo al año siguiente en el Atlético. En la 1999-2000, todavía de rojiblanco, marcó cuatro, su máximo registro junto con el de la 2000-01, la primera en el Deportivo. A partir de ahí fue bajando: tres, dos, de nuevo tres y sólo uno el año pasado. ¿Y cuál es la causa del actual despertar realizador del jugador canario? Hay quien apunta al nuevo posicionamiento en el campo. Valerón pasó de ser un mediapunta con Irureta a un segundo delantero con Caparrós. Lo primero que dijo el técnico andaluz cuando llegó al Deportivo fue que era necesario proteger a Juan Carlos con el área rival. Su argumento se basaba en la ineficacia para el Deportivo de las numerosas faltas que los rivales hacían a Valerón en posiciones retrasadas. «Si juega cerca del área contraria puede que tenga menos protagonismo, pero cuando le llegue el balón será en posiciones en las que su visión de juego hará daño y en las que los defensas se lo pensarán dos veces antes de derribarlo», dijo Joaquín. La lógica es aplastante y, sin embargo, no hay una diferencia enorme en la posición del futbolista canario en el campo, aunque es cierto que juega un poco más arriba que con Javier Irureta. Quizá la clave esté en otro aspecto, la mentalidad. Desde que el canario empezó a jugar esta temporada, Caparrós no ha dejado de insistirle en que remate a portería, que busque los tres palos. Y ahora es más habitual ver al canario chutar con una decisión que el año pasado escamoteaba, con la consiguiente desesperación de la grada de Riazor. Hay otro elemento más, el tono físico. El técnico no se decidió a colocar al futbolista en el once hasta que estuvo como él quería. Valerón nunca será jugador de gran fortaleza, pero hay una enorme diferencia en su aportación de cuando está bien físicamente a cuando está sólo regular. El tiempo dirá si el Deportivo asiste al despertar realizador de Juan Carlos. Por ahora tampoco se deben echar las campanas al vuelo. Al fin y al cabo existe un precedente similar. En la temporada 2000-01 había marcado dos goles para el Deportivo en la sexta jornada de Liga. Al final fueron cuatro, porque la racha que apuntaba inicialmente se estancó de pronto hasta el último tramo de la campaña. Siete goles del Flaco en la Liga ayudarían a paliar las dificultades goleadoras de este Deportivo.