El descenso del Pontevedra se confirmó ayer en Antequera

Enrique Prendes

DEPORTES

El empate ante al Málaga B y la victoria del Ciudad, definitivos

13 jun 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

No pudo ser. El Pontevedra dijo adiós ayer en la localidad malagueña de Antequera a la Segunda División. El empate de los granates, en un error de Moso en el despeje de un balón que aprovechó Geijo, devolvió al equipo de la ciudad del Lérez a Segunda B. Aunque el gol de Juan Jesús le daba opciones a jugárselo todo en la última jornada contra el Salamanca en Pasarón, la victoria del Ciudad de Murcia en El Helmántico ante el Salamanca (0-2) sentenciaba también el descenso. La incógnita sobre el sustituto del sancionado Navarro la resolvió Alberto Argibay con la entrada de dos nuevos jugadores en el doble pivote, el argentino D'Amico y el madrileño Cabrera. El técnico granate prefirió frenar el juego combinativo de los blanquiazules, posponiendo para la segunda parte la entrada del brasileño Alex Alves, un jugador con más creación. También optó por alinear a Vázquez en el centro de la zaga en lugar de Fede Bahón, acompañando al nigeriano Yobo. El Pontevedra afrontó con más ambición el encuentro. Demostró lo mucho que se jugaba y se fue a por la victoria desde el principio, consiguiendo meterle el miedo en el cuerpo al filial del Málaga, aunque a la postre no le sirvió para nada. La primera gran ocasión la tuvo Javi Rodríguez en sus botas en el primer tercio del período inicial. El goleador granate se revolvió bien en el área local y su disparo ajustado a la base del palo izquierdo lo sacó el guardameta Goitia con una mano prodigiosa. La respuesta del equipo de Bakero no tardó en llegar. En un balón sueldo que se encontró Geijo en la frontal del área granate lo envió también a córner Moso, para llegar poco después otra magnífica oportunidad de Charles a pase de Javi Rodríguez. El brasileño quiso golpearla con tanta fuerza que el balón se fue alto cuando lo más fácil abría sido llevarla al fondo de las mallas. La indolencia del Pontevedra en los metros finales resultaba muy peligrosa ya que a medida que transcurrían los minutos la presión sobre los jugadores granates aumentaba a marchas forzadas ante la impreriosa necesidad de lograr la victoria para mantener opciones de permanencia. En el descanso del encuentro todos los marcadores eran favorables a los granates, por lo que al equipo de Argibay no le quedaba otro remedio que echar el resto para lograr un triunfo salvador, aunque a los cuatro minutos de la reanudación en el partido de El Helmántico Güiza ponía al Ciudad de Murcia por delante ante el Salamanca. Para tratar de darle más profundidad al equipo Argibay sorprendió con la sustitución del internacional venezolano Rey en lugar de Cabrera en la zona ancha y la de Juan Jesús por Charles. Pronto surtió efecto la nueva disposición del Pontevedra ya que a los tres minutos de la reanudación el defensa central Vázquez tuvo en sus botas la mejor oportunidad con un primer disparo a la base del poste derecho de la portería de Goitia y el posterior rechace lo envió fuera. Pero quien no falló fue el recién incorporado Juan Jesús. El andaluz perseveró en una jugada en la que se estorbaron entre él y Javi Rodríguez y, aunque llorando, el balón acabó en el fondo de las mallas. El problema que se le planteó a partir de ese momento a Alberto Argibay era contener la presión del filial blanquiazul. Instantes antes del gol, el brasileño Albes sustituyó a D'Amico en el centro del campo con lo que aumentaba el juego combinativo a cambio de perder fortaleza defensiva. Y efectivamente, un centro desde la derecha de Diego Castro, la erró de forma clamorosa en el palmeo Moso y Geijo aprovechó para devolver la igualada al marcador siete minutos después del tanto del Pontevedra. El descenso del Pontevedra supone un duro mazazo para todo el granatismo. Pero queda más remedio que mirar para adelante y planificar bien la próxima temporada. La estructura es suficiente para retornar la próxima campaña.