Irureta dice adiós después de siete campañas y cuatro títulos

Alfonso Andrade Lago
Alfonso Andrade A CORUÑA

DEPORTES

Finaliza su ciclo en el Deportivo de acuerdo con el club y agradecido a la afición

31 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Javier Irureta cierra el círculo. Después de siete temporadas en el Deportivo comunicó ayer su despedida, en teoría de acuerdo con el club y después de una breve reunión con el presidente. No obstante, el técnico deja abiertas las puertas a su regreso en un futuro próximo con un optimista «quién sabe...». La marcha del técnico se suma a las de otras dos leyendas del Deportivo: Fran y Mauro Silva. Ayer finalizó por tanto la etapa más brillante en la historia del equipo, con siete temporadas en las que se conquistaron una Liga, una Copa del Rey y dos Supercopas, además de cinco participaciones consecutivas en la Liga de Campeones. Javier Irureta (57 años) llegó ayer al club puntualmente, a las siete de la tarde. Lo hizo con semblante serio y preocupado y después de un paseo de un cuarto de hora desde su hotel de residencia. El hombre del maletín que lo acompañaba no era en esta ocasión Miguel Santos, sino su segundo en el despacho: Iñaki Ibáñez. La reunión con el presidente duró alrededor de media hora, y a las ocho menos veinte ya era oficial el adiós del técnico, que comenzó su discurso de despedida con un cálido «gracias a todos», con un cariño especial para «el club, la afición y la ciudad». Irureta se va como un señor, con otro detalle que le honra. Su adiós no fue sólo para A Coruña y el Dépor, sino también para Galicia: «Me ha dado mucho con dos equipos (Deportivo y Celta). Han sido ocho años en Europa, aunque es verdad que esta vez ha estado muy justito». Irureta se va con un mensaje optimista sobre la Intertoto: «Cuando estaba aún en San Sebastián fui a ver un partido de la Intertoto a Burdeos, y aquel Girondins llegaría a la final de la UEFA. Jugaban Zidane y Lizarazu». Tenso también en la sala de prensa, aseguró que se lleva del Dépor «recuerdos magníficos, imborrables». Sobre los motivos de su marcha no quiso extenderse, pero aceptó el armisticio ofrecido previamente por el club para explicar a continuación que «todo tiene un principio y un final, y las dos partes estábamos convencidas de que era el momento adecuado para llegar a ese final». Y concedió también la opción de que el adiós sea sólo un paréntesis en su relación con el Dépor. «Puede ser, quién sabe». Irureta se va con la cabeza muy alta por lo que considera una trayectoria «interesante», con alegrías para los aficionados y «el reconocimiento de toda Europa a una región y a una ciudad». Su rueda de prensa finalizó con el aplauso unánime y sincero de los periodistas asistentes, después de que Jabo les agradeciese su trato cordial todos estos años. «No es momento de desánimo. En esta ciudad siempre me he sentido comprendido y he notado el calor de la gente», terminó. A su salida explicó que esta mañana partirá hacia Bilbao. «Tengo la habitación del hotel patas arriba», dijo antes de confesar que «en absoluto» estaba tenso o nervioso en el momento de su adiós. Jabo regresó también caminando hasta el hotel. Por el paseo marítimo fueron varios los seguidores que se acercaron para interesarse por su futuro y darle las gracias por estas siete brillantes temporadas.