Mauro, muy emocionado, pide jugar al menos «medio minuto»

La Voz J. M. | REDACCIÓN

DEPORTES

Reconoce que le transmitió a Melo su deseo de estar ante el Mallorca.

20 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Generosidad y emoción. Fran y Mauro Silva ofrecieron ayer una prueba más de que son dos futbolistas de otra época, un par de jugadores de club ejemplares. A cuarenta y ocho horas de despedirse de la afición de Riazor, ambos comparecieron ante los medios de comunicación para realizar un simbólico adiós; pudieron haberlo retrasado hasta hoy, pero el sábado es el día de la previa, el momento que Javier Irureta aprovecha para hablar del rival, del partido del día siguiente y de fútbol. Incluso en esta situación, respetaron el código. El club no se ha mostrado entusiasmado con la posibilidad de homenajear a los dos futbolistas más importantes de su historia y puede que Irureta, como dejó entrever el pasado miércoles, tampoco se sienta muy cómodo con una semana que ha dejado en un segundo plano un Deportivo-Mallorca de escasa enjundia, pero el vestuario dictó sentencia: el domingo será el día de Mauro y de Fran. Y ayer les cedieron todo el protagonismo. Si Fran a duras penas pudo contener la emoción, Mauro Silva sí se dejó llevar por el momento y se levantó sin responder a la última pregunta -«¿Le gustaría enseñar su sabiduría en A Coruña?»-, no sin antes disculparse. Antes, insistió en su deseo de jugar al menos «medio minuto» mañana ante el Mallorca, para poder despedirse de la afición deportivista tras trece temporadas, en el estadio de Riazor. Incluso reconoció que le había transmitido su deseo a Francisco Melo, el ayudante de Javier Irureta. «He hecho la recuperación en base a este partido y me gustaría jugar al menos medio minuto para agradecer el cariño a la afición, pero yo no soy el que toma la decisión. Es el entrenador el que decidirá y yo lo acato», puntualizó. Mauro agradeció el las numerosas muestras de apoyo recibidas tanto por él como por Fran. «Estamos desbordados por las muestras de cariño que hemos recibido por parte de instituciones, peñas y medios de comunicación, prefiero hablar de esa gente y no de lo que no se haga», añadió el jugador. También se refirió a a la intención del Ayuntamiento de dar su nombre a una de las calles de la ciudad. « Veía normal que a Fran le dedicaran una calle, pero para mí fue algo muy especial », comentó el centrocampista. Mauro recordó el verano de 2001, cuando estuvo a punto de dejar la disciplina del Deportivo después de marcharse a Brasil por motivos personales. «A la vuelta recibí el cariño de la afición en el aeropuerto. Eso me quedó marcado y fue uno de los motivos para seguir en Coruña, porque tenía ofertas», concluyó.