Arantxa Sánchez Vicario: «Para vivir necesito retos»

Paulo Alonso Lois
Paulo Alonso REDACCIÓN

DEPORTES

Entrevista La triple campeona de Roland Garros, tras retirarse, afronta su quinta cita olímpica. Formará pareja con Anabel Medina en dobles, pero ya «más relajada y sin estrés»

03 ago 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

?inguna española tiene tantas medallas olímpicas como ella (una plata y un bronce en individuales y otras tantas en dobles) y ninguna disputó tantos Juegos (Seúl '88, Barcelona '92, Atlanta '96 y Sídney '2000). Pero Arantxa Sánchez Vicario (Barcelona, 1981) volvió a las pistas para disfrutar de su quinta cita olímpica. Año y medio después de retirarse, una invitación le deja disputar la prueba de dobles en Atenas formando pareja con Anabel Medina. La triple campeona de Roland Garros y vencedora del US Open ya ganó hace unos días el torneo de Palermo con ella. -¿Qué le llevó a volver? -Para vivir necesito retos. Disputar mis quintos Juegos lo es y me ilusiona. -¿Qué balance hace ya? -Tras dos años inactiva, ganar resulta difícil. Con Anabel me va de maravilla. Lo más importante es que, al no tener presión ni estar obligada a nada, compito más relajada y sin estrés. -Los resultados les empiezan a respaldar, con el triunfo en Palermo. -Nos vino muy bien después de la mala suerte de cruzarnos con cabezas de serie en dos torneos importantes. Formamos una pareja sólida. -Con Conchita Martínez había acaparado éxitos en la Copa Federación y en los Juegos. ¿Por qué ahora no actúan juntas? -Tengo muy buenos recuerdos de las cosas que conseguimos juntas, de las que estoy orgullosa. Ella jugará con Virginia Ruano en la pareja número uno. Yo conseguí la invitación para actuar con Anabel Medina. -¿Uno de los motivos de su reaparición era ser la abanderada española? -Eso lo quiero dejar muy claro. Yo nunca dije que volviese para ser la abanderada. No sé de donde salió. Sabía que era una de las candidatas favoritas por mi historial, y que también lo eran [la yudoca] Isabel Fernández o [el waterpolista] Miguel Rollán. Decidió el COE y no tengo nada que decir. Ya felicité personalmente a Isabel Fernández por su elección. -Había leído que fue un motivo por el que volvió. -No. Quiero que quede muy claro. No reaparecí por eso ni me lo habían otorgado. -Queda claro. -Dije que llevar la bandera de mí país en la inauguración me haría ilusión, como a cualquiera. Pero no volví a la competición por eso, sino para aprovechar mi última oportunidad en unos Juegos. -¿Qué es más difícil? ¿Un título grande o una medalla? -Un Grand Slam es muy importante, y una medalla solo la disputas cada cuatro años. Un grande se celebra durante quince días, y unos Juegos en diez. Pero los partidos son igual de duros. -¿Hay algo que haga los Juegos distintos? -Son distintos porque compites por tu país, convives con el resto de deportistas en la villa... Resulta muy emocionante, y si subes al podio, todavía más. No se puede expresar con palabras. -Y usted ha subido unas cuantas veces. -Tengo cuatro medallas y me proporcionaron una sensación maravillosa. Ves tu bandera ondear, y se te pone la piel de gallina. -¿Qué objetivo se fija? -Vamos a jugar lo mejor posible e intentar ser competitivas. No digo un objetivo. -Uno no se la imagina, con su carácter ganador, compitiendo sin presión. -Pero sé que llevaba tiempo sin competir. -¿Qué parejas rivales apuntan a medalla? -Muchísimas. Están las hermanas [Venus y Serena] Williams, Navratilova y Raymond, las parejas rusas, una china... Serán los Juegos más duros. Todo el mundo participará, salvo algún caso aislado. Puede pasar de todo. No me pongo ningún objetivo. -¿Entiende a los deportistas, sobre todo norteamericanos, que renuncian a viajar a Atenas por seguridad? -Cada uno tiene una forma de pensar. Si no han querido ir, pues sus razones tendrán. En el caso del tenis, creo que sólo Agassi y Davenport renunciaron, porque Clijsters está lesionada y me parece que Hewitt también. -Según una encuesta de la multinacional IMG, usted es la deportista española con mejor imagen, pese a llevar casi dos años sin competir. Eso dice mucho de usted, pero poco del resto. -Llegar a la gente es difícil, pero me llena de orgullo. Es bonito saber que la afición te quiere y se acuerda de ti, sigues teniendo patrocinadores... Estoy encantada y me quedo con ese cariño. Lo sabía antes y también ahora. -Eso dice mucho de su carrera. Pero después de usted y de Conchita no acaba de haber un relevo en el tenis español. Hay muchas buenas jugadoras, pero ninguna gran jugadora. -Creo que elevamos el listón muy alto, y cualquier cosa que las niñas hagan ahora no será lo mismo. Pero en estos momentos hay seis o siete jugadoras entre las 50 primeras. El nivel del tenis femenino ha subido mucho. Ahí están Anabel Medina, Marta Marrero, Arancha Parra, Magüi Serna, Laura Pous, que acaba de ganar el Campeonato de España con 19 años... -Y usted siempre puede volver, como ha hecho Navratilova varias veces. ¿Da por seguro que no le picará el gusanillo de seguir compitiendo? -A mí no me ha dado el gusanillo como a Navratilova para volver (ríe). Es una persona distinta y sólo ella lo puede hacer, porque no puede vivir sin el tenis. -¿Lo garantiza? -Sí, quizás realice alguna exhibibción o juegue algún doble en un torneo donde guarde un buen recuerdo. Pero nada más.