El Compostela desconfía de un Levante huérfano de objetivos

Manuel García Reigosa
M. G. Reigosa SANTIAGO

DEPORTES

19 jun 2003 . Actualizado a las 07:00 h.

¿Cómo reaccionará el Levante en su primer partido después de haber perdido todas las opciones de ascenso? A tenor de las palabras de su máximo responsable técnico, José Gómez, el equipo estará a la altura de las circunstancias, concienciado para despedirse de su afición con una victoria. Luis Ángel Duque recela de lo que pueda dar de sí un rival cualificado cuando los puntos son ya irrelevantes para su suerte: «Tiene una gran plantilla, muy buenas individualidades, gente rápida en las bandas y dos grandes puntas. A lo mejor, sin presión y a su bola, es un equipo más difícil». En lo que sí coinciden ambos técnicos es en el varapalo que supone quedarse fuera de la carrera por el ascenso. Gómez recuerda que «aunque se veía muy complicado, casi como un milagro, al menos la pasada semana había una esperanza. A ver la reacción de los jugadores pero, en cualquier caso, está claro que el Levante intentará lograr la victoria». Concentración Duque admite que la pérdida de alicientes es un hándicap para la motivación y prefiere pensar sólo en su equipo, en que salga «concentrado, con ilusión y a por el partido desde el primer minuto». Para el Compos los puntos sí tienen trascendencia, aunque el entrenador levantinista opina lo contrario: «Yo creo que ya no se juega nada. Con 49 está a salvo. No va a tener ningún problema, seguro». Gómez espera un Compostela «en la línea de lo que viene demostrando a lo largo del año, que intenta jugar al fútbol y que dispone de futbolistas muy peligrosos, buenos en el uno contra uno y resolutivos». Asimismo, el técnico valenciano se ha sumado a la lista de quiénes alaban la «profesionalidad de un equipo por la capacidad que ha demostrado a pesar de los problemas económicos». Duque prefiere las matemáticas puras y duras al cálculo de probabilidades y lo que quiere son puntos que aseguren definitivamente la permanencia: «Teníamos tres macht balls y todavía nos quedan dos. A ver si lo conseguimos ya de una vez». Es consciente, al propio tiempo, de que la tranquilidad puede llegar a través de resultados ajenos. Pero la ventaja del Compostela es que depende de sí mismo. Y será así como encare el partido, sin estar pendiente de los resultados que se vayan registrando en otros campos.