FÚTBOL
16 may 2002 . Actualizado a las 07:00 h.Los jugadores de la selección española apuestan por la humildad y por no marcarse metas ante el Mundial de Corea y Japón. La selección se ejercitó por segundo día en Jerez. Mendieta, Albelda, Joaquín y Nadal ofrecieron su punto de vista sobre las posibilidades de España en la competición. Los internacionales se muestran esperanzados, pero cautos sobre las verdaderas posibilidades del equipo. Tras una temporada gris en Italia, Mendieta se ha incorporado con ganas de demostrar la valía que le erigió en uno de los futbolistas más completos del continente. «Uno siempre tiene ganas de entrenar aquí, con gente a la que conoces y que hace un fútbol distinto al que se practica allí», señaló. «El Mundial es un escaparate donde nadie piensa si durante la Liga has jugado más o menos», añadió. Albelda pide combatividad: «Este año los títulos han estado muy repartidos, porque hemos ganado nosotros, el Dépor y el Madrid, y somos los equipos que aportamos más jugadores a la selección. Sería importante que ese espíritu ganador se transmitiera al conjunto, anímicamente nos vendría bien». Además destacó que «ahora se puede hablar de entrar en semifinales, pero eso se olvida luego, por eso lo importante es ir partido a partido y no creerse superiores a nadie». El bético Joaquín, que participará en su primer Mundial, reconoce que sueña con disputar la final, pero puntualiza que será determinante acudir a la cita con «espíritu ganador». Nadal confía en romper esa especie de «maleficio» que parece pesar sobre la selección en las grandes citas internacionales. Por su parte, José Antonio Camacho se mostró feliz por la novena Copa de Europa del Real Madrid. «Estoy muy contento, sobre todo por Vicente del Bosque, y también porque el Madrid haya logrado un triunfo tan importante y contundente», afirmó el seleccionador.