Fallece el poeta Andrés Sánchez Robayna, premio nacional de traducción y de la crítica, editor de varias obras de José Ángel Valente
CULTURA

Fue fundador de la revistas «Literradura» y «Syntaxis». Trajo al castellano a autores como Salvador Espriu, Haroldo de Campos, Joan Brossa, Paul Valéry, Wallace Stevens y William Wordsworth
12 mar 2025 . Actualizado a las 00:26 h.«Establecimientos de la noche, / los signos de la noche antigua. / Yo entro en esa posesión / como por un espacio ennegrecido / de cielos rápidos. / Se dispersa el espacio. / Quieta en su ciega terraza, / la niebla / pudo ocultar tu cuerpo, / encerrarte en la noche dispersa. / Las nubes corren en la fijación / del espacio rodante / —memoria de esos cielos; / ahora cubren / la noche antigua. / El viento mueve ahora sus cimbreados signos.»
«La terraza, de noche, junto al mar / que tiembla entre sus rocas finales, / la entera opacidad marina, enhiesta, / las rocas de aquel junio nocturno, / se alzan enteras para reflejarse / en los hendidos soplos de este viento / de hoy, golpes de la memoria / entre el viento que arrastra la niebla / y las rocas cubiertas por la niebla / fija, bajo el cielo precipitado. / Distancia de esos soplos antiguos / —la memoria anulada con el viento presente.»
El poema Para el viento nocturno es solo una muestra de la escritura medida del poeta y ensayista Andrés Sánchez Robayna, que murió este martes, según confirmó el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, que lamentó su fallecimiento y transmitió sus condolencias en un comunicado. La alcaldesa, Carolina Darias, en nombre de toda la corporación municipal, expresó su profundo pesar por la pérdida de Sánchez Robayna, destacado por su ingente producción en los campos de la poesía, el ensayo y la traducción.
El autor, nacido en 1952 en Santa Brígida, fue reconocido con el Premio Nacional de Traducción (1982) por su versión de la poesía completa del autor catalán Salvador Espriu, así como con el Premio de la Crítica por su libro poético La roca (1984). Especialista en literatura del Siglo de Oro, editó obras de varios autores del siglo XX como Tomás Morales, Juan Goytisolo y José Ángel Valente, entre otros. En los ultimos años el sello Galaxia Gutenberg acogía su obra, incluido el tomo En el cuerpo del mundo (2023), que, en medio millar de páginas, recogía su poesía completa.
Entre sus libros de poesía, Día de aire (Tiempo de efigies) (1970); Clima (1978); La roca (1984); Poemas 1970-1985 (1987); Palmas sobre la losa fría (1989); Fuego blanco (1992); Poemas 1970-1995 (1997); Inscripciones (1999), Poemas 1970-1999 (2000), El libro, tras la duna (2002), Sobre una confidencia del mar griego (2005), La sombra y la apariencia (2010) y Por el gran mar (Galaxia Gutenberg, 2019), además de otras antologías como El espejo de tinta (2012) y Al cúmulo de octubre (2015).
Además de Espriu, trajo al castellano a autores como Wallace Stevens, William Wordsworth, Haroldo de Campos, Joan Brossa, Paul Valéry, Ramon Xirau y Masaoka Shiki.
Las ruinas y la rosa (Galaxia Gutenberg, Barcelona, 2024), una de sus últimas publicaciones, un libro misceláneo en el que cabe la poesía, el pensamiento, la meditación, la nota de lectura, la reflexión, el apunte autobiográfico y la memoria. «Solo en el puro fragmento o epigrama -escribe- acabas de ver auténtica fidelidad a un estado de espíritu. Es como si únicamente el fragmento o la simple inscripción, tan solo por el hecho de serlo, contuviera alguna clase de verdad».
Asimismo, fue fundador de revistas de la envergadura de Literradura (Barcelona, 1976) y Syntaxis (Tenerife, 1983-1993).
Publicó abundantes trabajos de crítica literaria, tales como El primer Alonso Quesada (1977), Tres estudios sobre Góngora (1983), Poetas canarios de los Siglos de Oro (1990), Para leer ‘Primero sueño’ de sor Juana Inés de la Cruz (1991), Estudios sobre Cairasco de Figueroa (1992), Silva gongorina (1993) y La sombra del mundo (1999). Y otros ensayos como La luz negra (1985), Deseo, imagen, lugar de la palabra (2008), Cuaderno de las islas (2011), Variaciones sobre el vaso de agua (2015), Nuevas cuestiones gongorinas (2018), Jorge Oramas o El tiempo suspendido (2018) y Borrador de la vela y de la llama (2022).
También es autor de los volúmenes de diarios La inminencia (1996), Días y mitos (2002) y Mundo, año, hombre (2016).
Además, fue catedrático de Literatura Española en la Universidad de La Laguna, cuyo rector, Francisco García, afirmó que con la muerte de Sánchez Robayna «desaparece la figura de uno de los intelectuales más versátiles y de dimensión más internacional de Canarias».
«Poeta, docente, investigador, traductor, mentor de creadores, editor y maestro de filólogos, deja una estela de discípulos que honrarán su legado en la orfandad que dejan los grandes maestros», señala García en un comunicado.