Paquita la del Barrio, la voz universal del despecho

Javier Becerra
JAVIER BECERRA REDACCIÓN / LA VOZ

CULTURA

Paquita la del barrio en el 2021.
Paquita la del barrio en el 2021. Ángel Hernández | EFE

Intérprete de «Rata de dos patas», fue todo un símbolo del empoderamiento femenino. Ha muerto hoy a los 77 años.

17 feb 2025 . Actualizado a las 19:58 h.

Cuando en el 2024 Shakira lanzó su sesión 53 con Bizarrap, en la que arremetía contra su expareja, hubo un movimiento reflejo en la música popular. Antes de que se terminasen de dibujar las admiraciones ante tal despecho, un clamor indicaba que eso ya lo había hecho antes y mejor Paquita la del Barrio con Rata de dos patas. Concretamente en 1995, cuando en el disco Tres veces te engañé incluyó ese chorreo de insultos a un hombre infiel. Lo comparaba con todo tipo de animales despreciables. «Culebra ponzoñosa», «maldita cucaracha» y «hiena del infierno» son algunos de los que desfilan por la letra. Lo de Shakira, a su lado, quedaba en un juego de niños.

Compuesta por Manuel Eduardo Toscano, en la voz rabiosa y justiciera de Paquita la del Barrio se convirtió en un himno feminista y de empoderamiento para muchas mujeres que habían sufrido maltratos y engaños en sus relaciones. E hizo que todo el mundo hispanohablante girase su cabeza ante esta artista que, en realidad, cantaba a una vida como la suya. La que, con cada paso, hacía trizas la cultura machista en la que se había criado.

Todo empezó cuando a los 15 años Francisca Viveros Barradas, su nombre real, empezó a trabajar en el Registro Civil de su pueblo. Cayó enamorada allí de Miguel Gerardo Martínez, tesorero de la Presidencia Municipal y 18 años mayor que ella. Se casó con él, tuvo dos hijos y un disgusto que la marcaría de por vida: descubrir que, en realidad, era un hombre casado y que había otra familia. No tardó en abandonarlo y emprender en Ciudad de México una carrera musical con su hermana Viola. Con ella formó el dueto Las Golondrinas, dedicándose a las rancheras y los boleros.

En los escenarios desarrollaba aquello que hacía de niña, lo que la ayudaba a espantar el miedo, cantar. Pagado con sus ahorros, en 1984 grabó un primer disco El barrio de los faroles. Pero sería a mediados de los noventa cuando la catarsis de desprecio de Rata de dos patas la convirtió en una estrella global, haciendo incursiones en Estados Unidos. Junto a esa pieza hay que destacar otras como Tres veces te engañé, Me saludas a la tuya y Cheque en blanco. Por todo ello, en el 2021 se le concedió el premio Billboard Trayectoria Artística. Se suma a los numerosos reconocimientos obtenidos en su país, certificando su condición de icono.

Su dimensión es tal que en el 2017 incluso tuvo una serie biográfica en México protagonizada por Andrea Ortega-Lee. En su trayectoria hay sitio para un breve período en la cárcel en el 2006, debido a problemas con el fisco de su país. También coqueteó con la política, postulándose en el 2021 como candidata al Senado en Veracruz con Movimiento Ciudadano, aunque después declinó su candidatura. En aquel entonces ya tenía problemas de salud, que irían a peor. En el 2023 hizo su última actuación en la Feria de Texcoco. Y, como no podía ser de otro modo, la regó de carácter, desgarro y el mismo rencor de quien aplasta un insecto. Ese que para su audiencia resultaba pura terapia. Hoy moría a los 77 años.