Cien años del nacimiento de Tino Grandío: «En su pincel siempre estuvo Galicia»

CULTURA

La figura «trascendental» del pintor lucense fue objeto este jueves de un homenaje dentro del ciclo «Revisando a nosa arte», organizado por el Consello da Cultura Galega
13 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Amortiguar el paso del tiempo para seguir admirando el arte. Es el objetivo compartido entre la obra del pintor lucense Tino Grandío y la jornada organizada este jueves por el Consello da Cultura Galega para conmemorar los cien años de su nacimiento. «Tino es una figura trascendental dentro del arte gallego contemporáneo, y más teniendo en cuenta que nació en Guntín. Haber celebrado esta jornada de homenaje ha sido todo un honor», asegura Aurelia Balseiro, directora del Museo Provincial de Lugo y experta en la obra del pintor lucense.
El pintor, natural de Guntín, no tardó en ser reconocido por sus obras, algo que continúa a pesar de su muerte temprana, con solo 52 años. En parte, su madurez artística se debió a la influencia de los artistas vanguardistas que conoció en Madrid, donde perfeccionó sus obras y conoció a referentes del mundo cultural de la época. «Manifestó siempre inquietudes artísticas y aunque marcharse a Madrid marcó su trayectoria, sus obras siempre estuvieron inspiradas en Galicia», destaca Balseiro.
Precisamente este continuo volver a su tierra, aunque fuera a través de sus trazos, es lo que lo ha llevado a ser un referente imprescindible del arte gallego. «El fondo de sus creaciones siempre estuvo influido por su tierra. Galicia se refleja en los motivos, en los temas y en los colores usados», explica la experta, que considera que Grandío es «el pintor de la bruma».
«Fue el artista de los grises, de las nieblas etéreas, de las texturas atmosféricas, con una paleta sobria pero llena de variaciones y tonalidades. Para mí él no pintaba brumas, pintaba con brumas», apunta la directora del museo.
Balseiro subraya la importancia de transmitir el conocimiento sobre su obra al público general, por lo que aplaude la celebración de esta efeméride. «Debemos homenajear a nuestros artistas, porque este tipo de iniciativas transfieren el conocimiento de la vida de artistas que han marcado Galicia con sus obras para que sigan haciéndolo», apunta.
Sin embargo, la directora del Museo Provincial de Lugo llama a trabajar también «en el día a día» por transmitir el legado de Grandío. «Tenemos la única sala monográfica sobre Tino Grandío pública y visitable en todo el país, somos la institución que más obras conserva y, por tanto, un centro de referencia para estudiar su obra. Hacemos trabajo diario, aunque también valoramos estas iniciativas»
Una obra llena de matices, más allá del gris
Balseiro asegura que Grandío consiguió lo más difícil para un artista: dejar huella gracias a un lenguaje «personal, propio y claramente reconocible». «Se movió entre la figuración y la abstracción, en especial en la última etapa», explica. Este lenguaje plástico propio, sensible y evocador que trasladó a sus retratos, sus desnudos femeninos y los característicos paisajes de montaña y bruma, lo han llevado a ser uno de los artistas gallegos más importantes y reconocidos.
«Asumió magistralmente el minimalismo de la neofiguración y lo aplicó también a una paleta de colores muy concreta y a unas composiciones aparentemente sobrias pero con gran intensidad conceptual», analiza Balseiro, que ve muchos matices en los grises usados por el pintor.
Grandío, cuya figura empezó a recuperarse en 1996, es ahora una figura homenajeada, reconocida e incluso venerada por los artistas gallegos y los historiadores de arte. Tres de ellos, Miguel Fernández-Cid, Carlos López Bernárdez y Manuel Quintada, participaron este jueves en la jornada de lembranza organizada por el Consello da Cultura junto con la Deputación de Lugo, que empezó con una visita a la sala monográfica del Museo Provincial y terminó con una actuación musical muy emotiva en la Capilla de Santa María.